Revista Opinión

EL Pais, y el periodismo-mierda (3)

Publicado el 06 octubre 2010 por Nynaeve

EL País tuvo hace 20 o 25 años algún prestigio de periódico serio y riguroso. Hace tiempo que lo perdió por sus propios vicios, manejos, y las múltiples manipulaciones en que ha sido pillado.

Aún así, de vez en cuando, para dar una imagen de seriedad informativa y aparentar que siguen siendo periodistas y no siervos de la empresa que les paga, o sectarios convencidos, aparece una sección “La Defensora del Lector” presuntamente imparcial (como si alguien pagadoy renovado por la empresa pudiera ser imparcial con la misma y libre para escribir) y supuestamente equidistante entre el consumidor/lector y la empresa. El cometido, al parecer, es trasladar las quejas o precisiones de los parroquianos/seguidores al líder de la secta (la dirección).

Decir de antemano que eso tampoco quiere decir nada en cuanto reconciliarse o recuperar la seriedad periodística, pues los seguidores de un diario están encuadrados en un sector ideológico concreto, deseosos de leer lo que confirma y reafirma las propias posturas y deseos. Quien escucha es.radio o la SER, o quien lee El Mundo, Libertad Digital o EL Pais sabe lo que quiere escuchar o leer. Como el hooligan que va a abroncar al árbitro en toda entrada del contrario sin dudar que es merecedora de tarjeta roja, mientras que las entradas propias son lances del juego de hombres, sus disquisiciones rigurosas se podrán centrar en si es mejor que se alinee el lateral derecho marcando en zona, o al hombre,  si Julio Fuentes llevaba en 1965 el dorsal 5 o el 7, pero no más rigor. Tal y como en un púlpito de una confesión anitiabortista el público corrigiera al párroco que la fulana del 5º que abortó se llamaba Juana y no Petra. Pero ninguna conclusión ni debate esencial.

Van a aplaudir , los más, con las orejas la presunta información que reme en la misma dirección que sus creencias, gustos y deseos, ya sea esta medio verdad, verdad, medio mentira o trola simple, sea opinión voluntariosa o simple deseo del columnista/publicista. El lector, claro, siempre prefiere que el que le presente el “dato” que espera se lo presente como verdadero, como dado por hecho, o por asumido, a que se lo presente de manera titubeante, dudosa o insegura. A la gente no le gusta la duda, ni que se tambaleen los largamente consguidos esquemas mentales, es incómodo, la convicción y la certeza dan seguridad, no hay zozobra ni  molesta re-configuración de precogniciones. El lector de esa trinchera, digo, prefiere que le den la “información” como seria, así se evita la molestia de tener que construir él el entramado del andamio mental que otros, tan costosamente le han construido sin que se entere, a veces. Lo deja tranquilo y reafirmado. Peeero, como ahora, a veces sucede que las técnicas manipuladoras empleadas cientos de veces durante años contra “el otro” se vuelven a veces contra el del equipo propio, contra “cualquiera”, y es una jodienda, porque ya no es que se haya usado contra el enemigo ¡¡Es que lo han hecho conmigo!!. Y no es lo mismo, claro. el artículo es “Tirar la pieda y esconder la mano” del 03-10-2010

Los lectores se quejan en ésta del empleo abusivo, perverso e intencionado de “fuentes anónimas” para introducir noticias o extremos de una noticia. Una técnica de manipulación muy conocida y usada para introducir rumores, bulos, opiniones de la empresa disfrazadas de fuente externa, o para provocar situaciones que no existían, disensiones, desconfianzas, sospechas, centrar la opinión en ese tema… Pero.. ¿Es que algunos lectores de El País de repente han despertado de un letargo de 20 años? ¿Acaso ahora, de la noche a la mañana, abriendo los ojos se les enciende una chispa de la conciecia que les exige rigor, y seriedad y ciertos principios deontológicos en lo que se les da masticado y cocinado?. No, ciertamente no, lo que ocurre es que esa técnica (con la que precisamente han construido su mismísima opinión y visión del mundo), es ahora aplicada en un conflicto trasversal, donde no hay un “Nosotros” y un “ellos” claro y definido, como es en este caso, un conflicto en Sanidad en algúna localidad, un tema sectorial, o las primarias del PSOE, y es ahora surgen las exquisiteces garantistas, las rigoridades, y la petición de respeto. Los disparos ya no van al frente, se dispara arriba, y claro, puede dar a “cualquiera”.

¿Quiere decir esto que el lector, tántas veces cómplice o consumidor de esta técnica o el diario mismo están haciendo un acto de arrepentimiento porque “hacer eso está mal”?. No, ciertamente no, al mismo lector que anteayer se quejaba de ello te lo encuentras dentro de un mes argumentando contra otro usando el mismo tipo de fuentes difusas, y del diario qúe decir, un día toca arrepentimiento y al día siguiente vuelta la burra al trigo. El origen del revuelo no es la improcedencia de un tipo de práctica mediática, sino que me ha afectado a mí, a alguien cercano, o a alguien que me es simpático, y por tanto el objetivo de la aparente crítica no es enmendar la práctica, sino restañar algunas heridas, en un caso, y dar apariencia, en otro.

No, no es que esa sección “La Defensora del Lector” sea como una heróica quijote luchando impotente contra la injusticia de la empresa, ni un mecanismo garantista de la empresa hacia el lector, es una operación de autoimagen, una representación de autocrítica no-vinculante que tiene como objeto la apariencia, apariencia de seriedad, sin más. La manipulación se seguirá cometiendo, seguiremos leyendo; “Personas cercanas a…afirman..” “fuentes cercanas a la lucha antiterrorista.….” “Fuentes cercanas a la investigación….” “Según fuentes a las que el diario a tenido acceso…” “fuentes solventes…” “Diputados del PP cercanos a Rajoy…” , en el mejor de los casos, en el peor, seguiremos leyendo como si fuera dato, lo que no es otra cosa que tesis, hipótesis de trabajo de la parte que acusa o versión de una parte; “ETA intentó atentar hasta tres veces contra Aznar con misiles..” “Los etarras se entrenaron en Venezuela.….” “La trama de corrupción del PP de Cantabria pretendía….”

Para muestra de la farsa de la presunta autocrítica y sus resultados, un boton:
No hace mucho, El País (junto con muchos medios) en esa misma sección hacía un mea culpa por el desprecio y burla a la presunción de inocencia y al rigor legal/judicial que cometieron todos en sus páginas con aquel padrastro de Canarias que apareció como violador, asesino de su hijastra, prácticamente el mismo día que moría su hijastra en un hospital, todos lo recordaremos. Sin condena judicial, sin indicios probatorios fehacientes.. En realidad habían hecho lo mismo muchas veces, y con todo tipo de delitos, hasta que patinan ostentosamente y no pueden encerrar la noticia o la disculpa,o la enmienda enpágins interiores sin ruido. Pues bien, hicieron el mea culpa, no lo volveremos a repetir, y tal y cual. Pues bien, el mismo día que la Defensora del Lector entona el mea culpa en el asunto de la conversión de “fuentes imprecisas” en dato o noticia, ese mismo día unas páginas más atrás el diario dinamita por partida doble el anterior mea culpa y promesa de respetar la presunción de inocencia.

La “noticia” la firma “El País.Madrid” o sea, la Redacción, la Empresa. Y pasa desapercida al lector/hooligan, no así a quien lee más detenidamente y pensando lo que lee. Dice así:

“Uno de los tres miembros de un comando de ETA, libre”. (El País, edicion de papel, 03-10-2010)

EL Pais, y el periodismo-mierda (3)

¿Hemos leído bien y el juez prevarica y delinque soltando activistas? Sí, hemos leído bien algo que nunca debería haberse escrito. Recapitulemos y tomemos contexto del dato. La Guardia Civil sostenía la tesis por la cual 3 personas “pudieran” ser miembros de un comando de ETA (Luego se ha sabido que eran 2, y el otro no tenia nada que ver), es una tesis, una versión. Pudiera ser que no lo fueran ninguno como otras veces ha pasado, pudieran ser que fueran 2 y 1 no lo fuera, como ha sucedido ahora, o que lo sean los 3, como ha sucedido otras veces (se suele saber a los meses, aunque ya no sea noticia) Muchas veces ha resultado que el “pudieran ser” ha resultado en un ; “no eran“, como pasó con el padrastro canario, o como ha pasado con este tercer hombre. Es ese “pudieran ser” la base concepual de la presunción de inocencia, que, que “puede que sí” pero también en que “puede que no” en diferentes grados, que es algo que El País, parece no conocer, o al menos despreciar cuando días antes titulaba sin dudar que habían detenido a tres miembros de un comando de ETA, sin ninguna duda, todos miembros, y todos de ETA.

¿Y qué ha resultado? Pues precisamente lo que la presunción de inocencia pretende salvaguardar, que uno de ellos era que “No era”. O sea, la tesis de que Jesus Maria Besance era miembro de ETA e integraba un comando no era cierta. Se lo llevaron junto con su hermano, como podían haberse llevado a su primo junto con todos ellos, y El País, que ya había roto la presunción de inocencia para con este ciudadano (con todos en realidad), lejos de pedir perdón y disculpas por dar por hecho cierto una posibilidad o tesis sin presunción de inocencia que valga, ahora reincide y aún de manera más soez. El ciudadano, sigue siendo miembro de ETA y parte de un comando aunque la G.C. haya reconocido que se equivocó, y aunque un juez no haya visto procedente ni factible que ese tercer hombre sea un delincuente, y que era su hermano el que buscaban. Aún así, tras quedar libre y sin cargos, El Pais titula (y volvamos a leerlo con la boca aberta) “Uno de los tres miembros del comando de ETA, libre“.  o sea, es miembro de ETA, y es miembro de un comando, con el nimio matiz de que está libre y sin acusación alguna. De tal manera que podía haber titulado entonces “El padrastro canario que violó a su hija y la mató sale sin cargos del juzgado”, eso sí, violó y mató a su hija, sigue siendo “el violador de su hijastra”.

Diga lo que diga el juez, y diga lo que diga la Guardia Civil. Teniendo a EL País, ¿Para qué necesitamos jueces y juicios?

NO es tele-basura, ni es periodismo-basura, es periodismo-mierda.

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