Revista Política
El proceso de Transición de la dictadura a la democracia no fue solo un proceso político, fue un proceso económico y social. Y dentro del cambio social se enmarca el cambio en el tratamiento de la información periodística.El diario emblemático de la Transición fue Diario 16, pero como pasa en todos los procesos revolucionarios, la transición terminó devorando a sus hijos. A su hijo Suárez, a su partido UCD y a su periódico Diario 16. Pero en la formación de un auténtico periódico democrático moderno se encuentra la obra de El País. En poco tiempo de una prensa atada se pasó en este país a un pluralismo del mundo moderno en un proceso capitalizado y liderado por El País que, en unos casos arrastró hacia la modernidad a diarios ya existentes y, en otros, propició el ambiente periodístico en el que nacieron otros aunque de signo político distinto. En un informe realizado por la asociación europea de prensa, que compara la situación de pluralidad interna (dentro de un diario) y externa (dentro de la variedad de prensa del país) se llegó a la conclusión que en España hay una gran pluralidad externa, es decir una gran variedad de diarios que expresan un arco enorme de opinión; pero muy poco pluralismo interno dentro de los diarios, se permite muy poca disidencia dentro de la línea editorial del diario. En 1976 se produjo la revolución en prensa escrita y radiofónica, que arrastró con lentitud a la TV. Se desmanteló del Ministerio de Información y se procedió a la venta de los diarios del Estado: trece de ellos fueron cerrados y diecisiete fueron vendidos entre 1976 y 1982. Los restantes fueron cerrados con la llegada del PSOE al poder en 1982. El detonante del cambio fue la fundación el 4 de mayo de 1976 del Diario El País, por iniciativa de José Ortega Spottorno. El Diario pertenecía al Grupo Editorial PRISA perteneciente a José Luis de Polanco, y estaba capitaneado por Juan Luis Cebrián. El País revolucionaría el mundo de la prensa al tener en plantilla a los periodistas más punteros de la época. Tuvo un éxito inmediato en los sectores políticos y culturales de la intelligentsia liberal y de izquierda, que tuvo en sus páginas un medio de difusión a su medida. La aparición de El País supuso una revolución en el mundo editorial que tiró de otros medios. Se nutría de profesionales liberales, funcionarios y medios universitarios que tanto criticaría Jiménez Losantos en su libro "lo que queda de España". Pero supuso un acicate para medios que ya existían como fue el caso del diario ABC que resucitó bajo la dirección de Luis María Ansón. Si bien el ABC siempre tuvo y tiene el suplemento cultural puntero de la prensa española, fue el estilo inaugurado por El País el que hizo que se modernizase e hiciese más atractivo. El País supuso también un aliciente para la fundación de nuevos diarios que, manteniendo un estilo muy similar, se posicionaron en lineas editoriales distintas; este fue el caso de la fundación en 1989 del diario El Mundo, por un grupo de periodistas salidos del prestigioso y agonizante Diario 16, que quisieron con este nuevo diario posicionarse como una alternativa al hegemónico El País, y siguen intentando darle caza. Aún con la llegada al poder del PP en 1996, el Mundo siguió despertando el recelo de los sectores más críticos de la cultura española, quiso poner su línea editorial al servicio de un partido que contaba con un muy pobre bagaje intelectual y cultural.El País, aun teniendo cierta parcialidad informativa, indisimulada en ciertos casos, y de su exclusivismo cultural, tuvo una factura excelente. Su información fue desde el primer momento superior a la de sus competidores. Acertó con la introducción de cuadernillos monográficos de interés, con la introducción de suplementos dominicales y, en 1991, de un nuevo suplemento cultural que mostraba las novedades editoriales y del panorama cultural: Babelia, que puede competir en pie de igualdad con el prestigioso y fantástico Blanco y negro de ABC. El País, en definitiva, elevó el horizonte informativo y cultural de España. Parafraseando la campaña publicitaria de El Mundo me atrevo a declarar que El País puede gustar más o menos, pero sin él España sería muy distinta. No en vano el Diario tiene las alianzas estratégicas con los mejores diarios mundiales como New York Times, Le Monde o The Guardian. El País es, sin lugar a dudas, el diario de referencia mundial en lengua Española, y solo hace falta pasearse por los kiosokos del mundo adelante para darse cuenta que El País es el mejor Diario en lengua castellana.