Revista Viajes

El palacio de Jerónimo de Ayanz próximo a Pamplona

Por Angelrequena

El palacio de Jerónimo de Ayanz próximo a Pamplona

Los peregrinos a Santiago de Compstela se encontrarán a la salida de Pamplona un remanso de paz, una pequeña laguna y un poste que marca las distancias hacia Puente la Reina. Estaremos en Gendulain (Zizur Zendea), viendo todavía los nuevos desarrollos urbanos de Pamplona y escuchando el ruido de la autopista a Logroño.

El palacio de Jerónimo de Ayanz próximo a Pamplona

La lagunita nos recuerda a las antiguas salinas de los Ayanz y Beaumont cuyo conjunto palaciego en ruinas, iglesia incluida, podremos apreciar y visitar a la derecha. Quizá el peregrino no sepa que allí nació un celebérrimo personaje del siglo de oro: Jerónimo de Ayanz y Beaumont (1553-1613), prolífico inventor y guerrero legendario.

Tanto los Ayanz como los Beaumont estaban emparentados con la realeza navarra. El niño Jerónimo abandonó pronto Guenduláin para ser paje del rey.

El palacio de Jerónimo de Ayanz próximo a Pamplona

Las fuerzas portentosas del noble navarro y su valor militar hicieron que se le comparara con Hércules: el nuevo Alcides, dijo Lope.

Varios cronistas y comedias de Lope glosan la figura del singular personaje pero lo que más nos interesa es la sentencia del propio Lope de Vega en El peregrino en su patria: grandes fuerzas tiene e ingenio Don Jerónimo de Ayanza.

Subrayamos el ingenio pues, tras su carrera militar, Jerónimo de Ayanz fue uno de los grandes inventores de su época. La mecánica era parte de las matemáticas en su tiempo. El inventor pide que los matemáticos del rey analicen sus múltiples ingenios. Como administrador general de minas tuvo la oportunidad de darse cuenta de la necesidad de renovación mecánica de las explotaciones. No se limitó a plantearlo sino que las acometió.

El palacio de Jerónimo de Ayanz próximo a Pamplona

La inventiva de señor De Ayanz abarca muchos campos, desde una balanza para pesar la pierna de una mosca, nuevos hornos, destilación agua marina, molinos, presas, bombas, escafandras de buzo,…Y además, figura con merecimiento entre los precursores de la maquina de vapor con su eyector (ver imagen).

El palacio de Jerónimo de Ayanz próximo a Pamplona

Recuerde el peregrino que su marcha está llena de tentaciones que le desviarán de su destino; la parada de Gendulain será solo un pequeño descanso en recuerdo de un personaje que primero utilizó sus fuerzas musculares y después las del ingenio pues la grandeza no está en el Inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones.


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