En otras ocasiones hemos hablado de los palacios que se encuentran en la ciudad portuguesa de Sintra o cerca de ella. Hoy os presentamos el último y tal vez menos conocido de estos, el palacio de Monserrate, situado en el pueblo del mismo nombre, a poca distancia de Sintra.
El de Monserrate se diferencia de los demás palacios de la zona de Sintra por las fuertes influencias orientales evidentes en su aspecto. Se inspira en la arquitectura mogol de la India, fusionándola con el romanticismo portugués que podemos observar en otros palacios como el de Sintra o el de Pena. Con sus formas redondeadas, arcos, cúpulas en forma de bulbo y la exótica decoración, este edificio es único en Portugal. Cada estancia es una sorpresa, pero seguramente la que se lleva la palma es la Sala de Música; aunque algunas están en restauración y no se pueden visitar.
Esta obra de arte fue obra del arquitecto James Knowles Jr, el paisajista William Stockdale, el botánico William Nevill y el jardinero James Burt, quienes trabajaron conjuntamente para dar forma al sueño del millonario Francis Cook, quien había sido nombrado vizconde de Monserrate por la Corona portuguesa. Cook había comprado la finca, que incluía un palacio en ruinas y unos jardines abandonados, y se propuso hacerlos resucitar de la forma más gloriosa. Las obras dieron comienzo en 1858 y se prolongaron durante muchos años; de hecho, los jardines no se terminaron hasta 1929.
Y precisamente los jardines merecen tanta atención como el palacio en sí. Están divididos en tres zonas: un jardín japonés, uno mexicano y uno tropical; en total, más de 2.500 especies de plantas. Hay algunos rincones mágicos, como el “Camino Perfumado”, un sendero donde crecen jazmines y glicinias que en primavera llenan el aire con su delicado aroma.
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