Revista Viajes

El Palacio de Potala, corazón del budismo tibetano

Por Viajeros

En la ciudad sagrada de Lhasa, en el Tíbet, se encuentran algunos de los lugares más importantes del budismo lamaísta. Entre estos se encuentra el Palacio de Potala, que durante tres siglos fue la residencia del Dalai Lama, la cabeza visible del budismo tibetano. Este edificio destaca no sólo por su importancia histórica y espiritual, sino también por su gran belleza y refinado arte.

Palacio de Potala 460x308 El Palacio de Potala, corazón del budismo tibetano

El Palacio de Potala fue fundado en 1648 por Lozang Gyatso, quinto Dalai Lama, y desde entonces se convirtió en la residencia de sus sucesores Lama hasta 1959, fecha en la que el actual Dalai Lama se exilió a Dharamsala, en la India. Con el tiempo se fue engrandeciendo en tamaño y arte, llegando a ser considerado uno de los máximos exponentes de la arquitectura tibetana y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994; más tarde, esta declaración se extendería a otros dos edificios cercanos: el Palacio de Norbulingka y el Templo de Jokhang.

El complejo está formado por dos grandes estructuras principales: por un lado el Palacio Blanco, residencia del Dalai Lama y los monjes; y por otro el Palacio Rojo, la parte más grande y espectacular, dedicada a la meditación, al estudio y a actos religiosos. Este último edificio alberga algunos de los tesoros más preciados del budismo, como la estupa dorada del octavo Dalai Lama y la biblioteca, con importantes manuscritos budistas. Junto a estos hay otros edificios y monumentos.


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