Hoy nos hemos levantado temprano para poder ir a visitar el Palacio de Versalles. En esta foto ya estamos en el Patio de Armas antes de llegar a la entrada.
Al salir de la estación de tren salimos hacia la derecha y al llegar al cruce con una gran avenida al fondo de la calle vemos ya las rejas doradas del Palacio. La verdad es que llegamos bastante temprano y hasta hicimos cola para ser de los primeros en entrar.
Nos habían aconsejado que se puede visitar Versalles de dos formas, la primera es llegar temprano y ver primero el Palacio y después los jardines. La segunda es justo al revés, si llegamos un poco más tarde nos saldría más a cuenta visitar primero los jardines y dejar el Palacio para el final cuando ya hubieran menos personas dentro.
Este es un mapa del Palacio y de sus jardines.
Ya os avisamos que este post viene cargadito de imágenes…
Bueno, para empezar como siempre un poquito de historia… Fué construido por Luis XIV y constituye uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa.
Como pueden ver en el mapa, todo el complejo lo foma no sólo el Palacio de Versalles con sus Jardínes, sino también el Gran Trianón y el Pequeño Trianón. Todos en su conjunto fueron declarados Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979.
Nosotros empezamos visitando el Palacio y es tan grande que nos llevo gran parte de la mañana. Allí podemos alquilar unas audioguías en español (u otros idiomas) que nosotros os los recomendamos muchísimo porque en cada estancia que conforma el Palacio nos iban explicando que era y para que se utilizaba cada una de ellas. Un poco de historia no viene mal, ¿verdad?…
Este el Patio Real…
Y justo detrás mío a la derecha está el Patio de Mármol
Entremos al Palacio con nuestro mapa a ver que descubrimos,
Ahora queremos dejaros varias fotos para que nos acompañeis en nuestra visita,
Un consejo, no se pierdan las impresionantes pinturas de los techos, te dejarán con la boca abierta…
Dentro de este edificio se encuentra el Salón de los Espejos, lugar donde se firmó el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Y este es el Salón del Ojo de Buey por su ventana redonda
Estos de aquí son los aposentos del Rey… yo aquí estaba pensando una cosa y es la siguiente : Yo mido 1,75 cm. más o menos y os prometo que cuanto más miraba las camas más seguro estaba de que yo no cabía ahí dentro lo que me da que pensar o que eran muy bajitos en aquella época o que desde donde te dejan verla no se aprecia realmente su tamaño. Esto yo creo que será una de las dudas que me persiga siempre…
Después de ver este edificio y oir las explicaciones de las audioguías nos dirigimos hacia la parte que nos lleva a los jardines pasando por delante de la capilla
Esta otra es desde el piso de arriba,
Aquí hay una dulcería donde nos tomamos un café y quizás la milhoja más buena que hayamos probado nunca.
Como decíamos antes nuestro primer objetivo del día era ver la parte del palacio primero, para después pasear tranquilamente por los jardines, así que nada más salir podemos pagar un ticket para montarnos en una especie de trenecito que nos llevará a ver el Gran Trianón y el Pequeño Trianón. La verdad es que no recordamos el precio pero no era caro y merece la pena ahorrarse la mitad del camino (el de ida por lo menos).
Este tren nos deja en la entrada del Gran Trianón que es un pequeño palacio dentro del recinto de Versalles donde el Rey acostumbraba a escaparse del stress de la Corte, era algo así como su retiro espiritual. Esta recubierto de mármol y rodeado de bonitos jardines.
Justo al lado del Gran Trianón se encuentra el Pabellón Francés, que pertenece al complejo del Pequeño Trianón, un pequeño palacete edificado por Luis XV para su “favorita”… Pero al final Luis XVI se lo regaló a su esposa Maria Antonieta.
A la izquierda de este Palacete se encuentra una charca decorada con rocas y un pequeño puente
Poco más adelante podemos encontrar la Aldea de la Reina, que son un grupo de casas de apariencia más humilde donde según nos contaron María Antonieta pasaba gran parte de su tiempo entre animales como vacas y pequeños cultivos que al parecer le recordaban a su infancia… no sabemos lo cierto de esta historia pero es la que nos contaron allí…
Ahora volveremos hacia el Palacio disfrutando de sus fantásticos jardines (más de 20 Km. de caminos).
Hay algo curioso que nos dimos cuenta y es que según te acercas al Palacio los jardines están mejor cuidados y cortados, sin embargo cuando te alejas llega un momento que casi se vuelven como un bosque.
A medio camino nos decidimos hacer una parada para comer a orillas del Gran Canal.
Pese al lugar y siendo París lo que es no nos resultó cara la comida.
Y ahora chicos, como prueba de amor me he armado de valor y he decidido llevar a Carol a dar una vuelta en barca a través del Gran Canal con el Palacio de Versalles al fondo…¿Romántico, verdad?
Uf… Ya no me sentía las manos….
Un paseo que os recomendamos mucho y muy relajante… por lo menos para el que no rema…
Seguimos acercándonos al Palacio, esta vez a pie y seguimos disfrutando de sus jardines.
¿Qué os parece las vistas del Rey al mirar por la ventana del Palacio?
Esta gran extensión de agua es el Gran Canal y al parecer llego incluso a albergar barcos y góndolas, recreando una pequeña Venecia.
Hasta aquí nuestra visita del Palacio de Versalles. Esperamos que os haya gustado.
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