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Que nadie se obceque, no sólo Disney y Pixar hacen cine de animación y no sólo existe animación para el entretenimiento. Existe también animación para un público adulto, como en este caso, y es cine muy elaborado, detallista, comprometido, reflexivo, conmovedor, aleccionador, respetuoso, sensible y necesario. "El pan de la guerra" cuenta la historia de una niña aficionada a los cuentos que intenta ayudar a su familia frente a la adversidad en el Kabul dominado por los talibanes . Habla de una cruda realidad que lamentablemente es o ha sido real, de un mundo oprimido en el que ser mujer te convierte en víctima, en el que los niños no tienen infancia y en el que la guerra y el fanatismo coartan tu libertad y tu libre pensamiento. Adaptación de una novela de Deborah Ellis de la compañía irlandesa Cartoon Saloon, responsable también de esas dos maravillas que son "El secreto del libro de Kells" y La canción del mar", es uno de los títulos que deberían ser de visionado imprescindible por lo que cuenta y por como lo cuenta, pero lamentablemente ni nos lo venden como se debería ni estamos receptivos. Su marcha comercial en cines ha sido más bien mala, pero es un título rotundo que recomendaría a cualquier adulto. Cuenta una historia triste, te conmueve, te emociona, te hace pensar y a la vez resulta fascinante y esperanzadora. Recuerda: "Es la lluvia lo que hace que salgan las flores, no los relámpagos".