Más de 450 panaderías de Catalunya, que todavía elaboran sus productos de forma artesanal, podrán comercializar en pocos días su tradicional pan de pagès bajo el reconocimiento de la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Después de tres años de trabajo por parte de la Federació Catalana d´Associacions de Gremis de Flequers, la Generalitat aprobará a finales de este mes el uso de este distintivo de forma provisional, a la espera que sea ratificado por la Unión Europea. De esta manera, para poder sumarse a lo que popularmente se conoce como una denominación de origen, los profesionales del sector tendrán que someterse a una serie de controles de calidad de los ingredientes que utilizan y unificar el proceso de elaboración.
El secretario general de la IGP Pa de Pagès Català, Alfredo M. Verdegay, explica que después de conseguir el reconocimiento, uno de los objetivos es lograr que “se vuelva a introducir en los restaurantes catalanes, donde el pan industrial ha ganado terreno en los últimos años”. Además, también esperan un incremento de las ventas, concienciando que “el pan de payés no es tan caro y por lo tanto no debe verse entre los consumidores como un lujo de fin de semana”, añade Verdegay.
En estos momentos, la popular baguette es el producto más vendido en las panaderías, mientras que el redondo tradicional ocupa el segundo lugar. Cabe destacar que este producto no llegará a los supermercados, por el hecho que sólo se podrá embolsar en el momento en que se produzca la venta al cliente.
La IGP del pan de pagès será la primera de este tipo en Catalunya y la que abarcará una extensión más amplia respecto a las dos existentes en el resto de España. En el proceso hasta conseguir el distintivo, el centro de investigación Innopan de Lleida les ha guiado en todo momento. De hecho, una de sus principales labores ha sido la de buscar un nexo común para marcar un único método de elaboración, además de validar las materias primas que se debían utilizar. En estos momentos Innopan trabaja para conseguir que dos productos tradicionales de la provincia leridana como la Coca de Recapte y el Pa de Ronyó también obtengan el reconocimiento.
Fuente: La Vanguardia