Melena rubia al viento a nuestro lado, un deportivo rojo y la carretera por delante. ¿Qué más podían querer los jóvenes de mediados de los 80? Sobraba con un flamante Testarossa en una máquina que seguramente dejaría a muchos sin su asignación semanal. Las diferentes rutas, el cielo azul marca Sega, las nubes algononadas, el resto de vehículos que nos entorpecen, y ese magnífico scaling... No fue el primer juego de carreras de este tipo, pero seguramente si que fue el que mejor marca dejó, en una época en la que los salones arcades eran bulliciosos y algo perjudiciales para nuestra salud. Yu Suzuki y su equipo hicieron las delicias de toda una generación que disfrutó al ritmo de 'Splash Wave' dando volantazos mientras el pixelado escenario se paseaba vertiginoso a su lado.
Revista Tecnología
Esta semana os traemos a la sección un legendario arcade de carreras, ¡nada menos que el estupendo Outrun de Sega!
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