El Papa Francisco amenaza a los cristianos corruptos con un mal final

El Papa Francisco intenta llevar a sus cristianos católicos por el buen camino y hace lo que puede para conseguirlo. Su último gesto fue prometerles a los corruptos y mafiosos un mal final. ¿El infierno? Tal vez. Porque el infierno no ha sido derogado todavía de la doctrina católica.

No creo que consiga llevar a los corruptos y mafiosos al buen camino cristiano. Los corruptos, sean cristianos o no lo sean, miran el dinero y eligen su camino. El final del más allá todavía no les preocupa. Además, saben que Dios todo lo perdona. Es cuestión de rezar unos padrenuestros y unas avemarías.

El Papa debería ser más contundente. Nada de hablar de malos finales para no pronunciar la palabra infierno. Hay que llamar a las cosas por sus nombres. El final cristiano puede ser el cielo o el infierno según se trate de un buen final o un mal final. Pero Francisco no se atreve a pronunciar la palabra infierno. Si lo hiciera, dejaría de ser el Papa que gusta a los no católicos y a los menos católicos. Él es así, un sí pero no. Los corruptos y mafiosos tendrán un mal final nos dice. Un político diría los corruptos y mafiosos terminarán en la cárcel. Es cuestión de llamar al pan pan y al vino vino. Ni más ni menos.