Hoy aparece en los periódicos una frase del recién elegido papa, Francisco, en la que confiesa: "Cómo me gustaría una iglesia pobre para los pobres".
Pues eso, lo dicho. Acabamos de descubrir que la iglesia es rica y también es para los ricos. Es decir, el titular podría ser: "Tenemos una iglesia rica y para ricos".