Por: J.M. del Río
Regresé hace unos momentos de la Fortaleza de la Cabaña, lugar donde se desarrolla la XXV Feria Internacional del Libro de La Habana, dedicado este año a Uruguay, país invitado de honor en cuyo Pabellón central leí la siguiente frase de Eduardo Galeano: “Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos…”.
El pasado viernes 12 es un día que tiene más de una historia y como nosotros somos “las historias que vivimos”, sin lugar a dudas hemos vivido un momento trascendental en la historia de la religión cristiana, podríamos decir que se trata del acontecimiento más importante del cristianismo contemporáneo, algo así como “el encuentro del milenio”.
No exagero. El viernes pasado Su Santidad Francisco, Papa de la Iglesia Católica, y Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, de la Iglesia Ortodoxa Rusa (que es la más numerosa de las Iglesias Ortodoxas existentes), sostuvieron la primera reunión de primados de ambas iglesias, luego de la escisión del cristianismo en el año 1054, en que estas Iglesias se excomulgaron mutuamente.
Para ese histórico encuentro escogieron a Cuba, lo cual no fue algo fortuito, ni mera casualidad. Sobre el particular, el Cardenal Pietro Parolín, Secretario de Estado vaticano, dijo que el Patriarca Kirill propuso Cuba donde estaría realizando una visita oficial y el Papa Francisco aceptó, destacando la selección de Cuba como país sede para el cónclave, por ser un territorio neutro, donde no existen dificultades de tipo confesional”.
En la declaración conjunta que firmaron Sus Santidades en La Habana, se dice: “Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes”[i]
El Papa Francisco en breves palabras después de firmar esa declaración dijo: “No quiero irme sin dar su sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su Presidente aquí presente; le agradezco su disponibilidad activa, si sigue así, Cuba será la capital de la unidad y que todo eso sea para gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo…”
Y en mensaje a nuestro Presidente desde el avión que lo conducía a México expresó “Sobre todo, quisiera agradecer a usted, Sr. Presidente, y a su Gobierno, la voluntad de haber hecho posible mi encuentro con su Santidad, el Patriarca Kirill de Moscú y de Toda Rusia.”Por su parte el Patriarca Kirill, en la liturgia que predicó en la catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa en La Habana, manifestó que “Cuba es un país heroico” y pidió a Dios que bendijera a “la Isla de la Libertad”.
Sin embargo, a través de las ondas radiales de cierta emisora que subvenciona el gobierno de los EEUU con el objetivo de coadyuvar con la destrucción de la Revolución cubana, con transmisiones dedicadas a calumniar, vilipendiar y tergiversar nuestra realidad, se expone con total impudicia que “el gobernante[ii] cubano se beneficiará con la propaganda que se genere con esa visita y que esa fue la razón por la que brindó a Cuba como lugar para la reunión”, minimizando además la selección de Cuba por parte de estos líderes religiosos, alegando que “Cuba fue escogida porque se le facilitaba al Papa en su viaje a México, hacer una escala en La Habana donde estaría Kirill”.
“Cacareo, fanfarroneo y formo alboroto, luego existo”, sería la frase que le propondría el filósofo popular de mi barrio, a los alabarderos del imperio para que la utilicen como argumento para defender su paga que está en el pico de la piragua.
Para finalizar permítanme volver a la Biblia, donde el tema de la verdad y la mentira se trata profusamente: “El que dice la verdad permanece para siempre, pero el mentiroso, solo un instante (Proverbios, 12-19).
[i] Declaración conjunta de Francisco, Papa y Obispo de Roma y Kirill Patriarca de Moscú y Toda Rusia, La Habana, 12/02/2016.
[ii] Aunque el Presidente Obama al referirse al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, lo califica respetuosamente de “Presidente”, los alabarderos de esta emisora continúan llamándole peyorativamente “gobernante” del “régimen cubano”.
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