El Papa Francisco envió otro mensaje a los cardenales y obispos, con sede en el Vaticano, de que tiene la intención de responsabilizarlos por conducta criminal indebida. El sumo pontífice eliminó los obstáculos procesales que los habían librado de ser procesados y juzgados por el tribunal penal laico del Vaticano.
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Pentágono de EEUU canceló los proyectos para la construcción del muro fronterizoAP: la ayuda de EEUU a Venezuela fue impulsada por algo más que la necesidadUna nueva ley, publicada el viernes, deja en claro que los fiscales y jueces de la Ciudad del Vaticano tienen jurisdicción sobre los cardenales y obispos de la Santa Sede y solo necesitan el consentimiento del Papa para proceder con las investigaciones y los juicios contra ellos.
La ley derogó un reglamento que decía que solo la máxima corte de apelaciones del tribunal, que está compuesta por tres cardenales, podría juzgar a los cardenales y obispos acusados de delitos penales.
La reforma es la última señal de que después de ocho años de predicar sobre el fin de la corrupción y otras actividades delictivas en la Santa Sede, Francisco está tomando medidas concretas para que sea más fácil responsabilizar a sus propios cardenales y obispos, al tiempo que anima a los fiscales del Vaticano a perseguirlos.
Reformas en la legislación del Vaticano
El jueves, aprobó una ley diferente que obliga a los superiores del Vaticano a declarar que sus finanzas están limpias. Además estableció un límite de $48 a los obsequios personales relacionados con el trabajo recibidos por cualquier empleado del Vaticano. El límite de obsequios fue visto como una forma de reducir la práctica desenfrenada de dar obsequios financieros a los clérigos de la Santa Sede.
La nueva ley procesal del viernes presumiblemente haría innecesario cualquier movimiento para despojar a otros cardenales de sus privilegios antes de que se dicte una acusación.
En una introducción a la nueva regulación, Francisco dijo que era importante asegurarse de que todos sean iguales ante la ley.
Dentro del sistema de derecho canónico interno de la iglesia para los crímenes de la iglesia, los cardenales y obispos son juzgados solo por el Papa, que es un monarca absoluto con poder legislativo, ejecutivo y judicial exclusivo en el Vaticano. Ese privilegio se extendió también al código penal del tribunal de la ciudad-estado en formas que llevaron a algunas anomalías en los últimos años.
Impunidad dentro de la iglesia
En un caso famoso, los fiscales decidieron ni siquiera investigar al cardenal cuyo apartamento en el Vaticano fue renovado con medio millón de dólares en donaciones destinadas al hospital infantil del Papa. El presidente del hospital que desvió los fondos al proyecto de renovación fue condenado por el tribunal del Vaticano. Pero el cardenal que se benefició del crimen ni siquiera fue llamado a declarar, y mucho menos investigado.
Más recientemente, un juez británico expresó su perplejidad porque la jerarquía actual del Vaticano aparentemente se había librado de una investigación en el caso de corrupción de bienes raíces en Londres. El juez, que falló en un caso de incautación de activos relacionado, cuestionó por qué el secretario de estado del Vaticano y su segundo número ni siquiera habían brindado declaraciones de testigos sobre el acuerdo de Londres, cuando los documentos y las pruebas indicaban que lo habían autorizado.
El texto de la nueva ley se publicó sin comentarios cerca de la parte posterior de las ediciones del viernes del periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano.
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