El papa se pasa a las fatuas (molan más)

Que B16 es un tipo de armas tomar a nadie le cabe duda. Ya prometía de adolescente, cuando militó en las Juventudes Hitlerianas. Luego, ya investido como jefe supremo de la secta vaticana, se fue a África para convencer a los aborígenes de que era mucho mejor morirse de sida, pero como Dios manda, que usar condón y vivir en un gravísimo pecado.
Pero B16 lo mismo vale para un roto que un descosido (no en vano está iluminado por Dios), y toca todos los palillos de la convivencia humana. Ahora, después de mucho reflexionar sobre otro asunto, ha llegado a una contundente conclusión: ¡la pederastia es mala! Al fin ha entendido el verdadero sentido de la frase de Jesús “dejad que los niños se acerquen a mí”. Es que hasta no hace mucho se ve que Ratzinger estaba asesorado en exégesis bíblica por Marcial Maciel, el anciano fundador de los Legionarios de Cristo. Y claro, para Maciel, eso de acercarse a los niños tenía otras interpretaciones, más parecidas a las de la  Iglesia irlandesa y buena parte de la yanqui.
Pero B16, iluminado desde lo más alto, vio, entendió y creyó. Es cierto, sí, que fue benévolo con Maciel y se conformó con enviarlo a rezar al geriátrico, a fin de cuentas… no nos vamos a pelear por matices de interpretación bíblica.
Pero es que ahora a don B16 le ha venido una nueva inspiración divina y se ha pasado al lado oscuro de la fuerza: quiere fumigarse directamente a los curas pederastas. Eso sí, aplicándoles las recomendaciones del propio Jesús, que para eso es la palabra de Dios: “Los que escandalizan a los pequeños merecen que les cuelguen una piedra de molino del cuello y los tiren al mar”.
¿Se puede ser más burro? Pues sí, podría. Ya lo creo. Podría pedir (no se descarta que lo haga en breve) que se arroje al mar con una piedra al cuello a los que se besen en público, a quienes lleven minifalda, a los que voten a partidos de izquierdas, a los que hagan mariconadas o bollerías, a los que no vayan a misa, a los que apoyen el aborto, a los que acudan a clase de Educación por la Ciudadanía...
La Iglesia Católica, encabezada por el Gran Virón, cada día se asemeja más a los ayatolás iraníes o a los talibanes afganos, y es porque los inquilinos del Vaticano se van aproximando poco a poco a los líderes radicales musulmanes y no al revés.
¿Cuál será la próxima fatua del papa? Temblando estoy.