Los niños son capaces de manejar los dispositivos digitales a una edad cada vez más temprana. Se ha demostrado que éstos contribuyen a su desarrollo, pero no por eso pueden prescindir de la conversación, el contacto humano, el lenguaje, los gestos y el desarrollo afectivo.
Rendimiento mental
Las recientes investigaciones apuntan a que los niños que utilizan este tipo de aplicaciones interactivas aprenden de una forma mas ágil y rápida, porque los estímulos digitales provocan su curiosidad aumentando su interés.
Concentración
Su atención también se ve beneficiada, ya que el tiempo de empleo acapara su atención de forma convergente, cualidad indispensable para realizar tareas a largo plazo de forma sostenida en el tiempo.
Habilidad física
Estimula la coordinación entre diferentes partes del cuerpo, principalmente entre la vista y los brazos. Esto es de gran importancia a la hora de adquirir el aprendizaje combinado de lectura y escritura, así como para la práctica de actividades psicomotrices como abrocharse los botones, aplaudir, comer, etc…
Velocidad mental
Desarrollan una estrategia de anticipación para responder con rapidez ante determinadas situaciones. El tener que reaccionar en tiempo real ante los factores que presenta la pantalla les ayuda a disminuir sus tiempos de reacción, y esto se aplica más tarde a situaciones cotidianas.
Autonomía
A las características de los juegos educativos tradicionales, se añade el factor creativo, a través de las múltiples posibilidades de presentación de la información en pantalla y su interactividad.
El niño debe decidir en cada caso la próxima acción y la forma de efectuarla, lo que favorece el desarrollo de la toma de decisiones y por tanto de la personalidad.
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