En el lado izquierdo del río Tormes se halla el parador nacional de Salamanca, desde el que se puede disfrutar de unas espectaculares vistas sobre el casco histórico de la capital salmantina.
Si tuviéramos que describir a este parador en tres palabras serían sin duda ‘elegancia, confort y amplitud’, lo cual se deja notar en cada una de sus estancias, salones de reuniones y habitaciones.
La decoración interior destaca por el mármol, así como otros materiales de lujo, que hacen de este parador una obra de arte moderna.
El parador de Salamanca puedes disfrutar no sólo de la piscina, la pista de tenis y el gimnasio, también podrás tomarte una jornada de relax en la sauna y el espléndido baño turco.
Y para los paladares más exigentes, en el restaurante del parador nacional de Salamanca podrán disfrutar la mejor cocina salmantina: hornazo, farinato, embutidos ibéricos, queso de Hinojosa, tostón, rosquillas de Ledesma y almendrados.
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