La imagen ha sido tomada de “Gijón en el recuerdo”.
Se corresponde con la plaza del Parchís (antes del Generalísimo), con una focalq ue demuestra mayor amplitud de la que tiene en la realidad. El vehículo, un camión de los años cincuenta, orienta sobre la fecha de la instantánea, pues los edificios son sustancialmente los mismos en la emblemática plaza gijonesa.
Faltaba poco para que Alejandro Pumarino llegase a este mundo, y de eso hace ya bastantes años; tal vez sus padres son algunos de los viandantes anonimos que caminan por las aceras, entre un tráfico impensable a día de hoy. Estoy convencido de que ni Gijón ni los gijoneses hemos cambiado tanto en estos más de cincuenta años que separan la fotografía de la actualidad, y han pasado muchas cosas, ha pasado mucha agua bajo el puente, como diría Sam. Ojalá todo siga con esa misma inercia amable, con los mismos edificios antiguos, el día que Alejandro Pumarino no esté para aburrir con sus entradas diarias en este pequeño espacio cibernético.