Revista Política
Con cada elección, pero parece que cada vez con más frecuencia, aparecen sugerencias para cambiar la ley electoral. Por ejemplo, El País hace unas simulaciones de cómo los votos de las pasadas elecciones habría resultado en una composición diferente del parlamento en varias propuestas alternativas. Como casi siempre se tiene como referencia la proporcionalidad, aquí os dejo la composición del parlamento de haber aplicado la proporcionalidad estricta.
Añado cuatro cosas:
1.- Al parecer, lo que impide la proporcionalidad es que debería aplicarse a una circunscripción única, como en las europeas, y la Constitución lo prohíbe, ya que debe ser la provincia. Sin embargo, con un poco de imaginación podría solucionarse esto. Por ejemplo, se presentan candidatos por provincias, como ahora y cada provincia tiene asignados un número de escaños proporcional a su población. Sin embargo, para computar qué candidatos salen por cada provincia se usan los datos de toda España. Con la regla proporcional se resuelve cuántos escaños debe tener cada partido. Después esos escaños se reparten entre las provincias siguiendo alguna regla (por ejemplo, la proporcional o la de d'Hont).
2.- Se observa, como en cada elección, que el problema de partidos nacionales minoritarios no son los nacionalistas que les quiten escaños, sino los dos grandes. Los nacionalistas, si acaso, están infrarrepresentados. En estas elecciones, la excepción es Amaiur.
3.- Los partidos adaptan sus estrategias (dónde hacer más campaña, qué votos atraer, con quién coaligarse) dependiendo del sistema electoral. También los electores podrían votar de distinta manera. Es decir, que las simulaciones hay que tomarlas con mucha cautela, pues con otro sistema podríamos haber tenido otros resultados.
4.- Con esta entrada no pretendo defender ningún sistema, solo poner unos números que tener en cuanta para el debate sobre algunos modelos alternativos que buscan acercarse a la proporcionalidad. Hay otros modelos, típicamente de reglas mayoritarias, que intentan favorecer la gobernabilidad o la cercanía del diputado con sus electores.