Juana es una joven dominicana que está en Madrid desde hace cinco años. Desde el pasado año está en paro y por más esfuerzos que realiza no consigue el empleo que necesita para poder subsistir en esta nación, donde ha vivido buenas y malas experiencias. Su situación es difícil debido a los compromisos económicos que tiene tanto en España como en su país de origen.
Me cuenta que no sabe qué hacer ni a dónde acudir para resolver su situación de desempleo. Sus pocos ahorros apenas le alcanzan para comer y cubrir sus necesidades más básicas. Esta realidad la está llevando, incluso a pesar en la posibilidad de retornar a República Dominicana, tierra que la vio nacer y crecer para luego buscar una mejor condición de vida en otros predios, debido a la falta de oportunidades que hay en su país.
El caso de Juana no es único, como ella más de cuatro millones de personas están sin empleo a causa de la crisis económica que afecta a España, lo que ha desestabilizado considerablemente el mercado laboral.
Es por ello que en la actualidad, España ha dejado de ser un país de “sueños” para muchas personas que vinieron a este país en busca de una mejor situación económica y con la ilusión de que en esta nación europea encontrarían lo que en su país de origen muchas veces se les niega o es muy difícil alcanzar.
Si hace apenas unos tres o cuatros años, España era uno de los países predilectos y codiciados por latinoamericanos, marroquíes y otros extranjeros para vivir o buscar lo que en los Estados Unidos se suele llamar “el sueño americano”, hoy en día es una nación en la que se ha reducido de forma gradual la entrada de inmigrantes, mientras que otros han decidido retornar a su tierra natal cansados de estar sin empleo y pasar penurias.
Un estudio realizado por la empresa de recursos humanos Randstad confirma que la presencia de inmigrantes en el mercado laboral español se ha reducido y con ello las afiliaciones al sistema de la Seguridad Social.
Este informe revela que en el caso de los marroquíes, extranjeros con más presencia en España, el paro se ha elevado en un 38,1%, mientras que los ecuatorianos en un 12,4% y los colombianos en un 19%.
De acuerdo a Randstad, los inmigrantes han reducido las afiliaciones a la Seguridad Social con porcentajes del -15,3%, del -11,9% y del -6,7%, entre ellos especialmente ecuatorianos, colombianos y marroquíes.
En el mercado laboral, los extranjeros han pasado de representar un 20,4% al 13,7%. Randstad asegura que a la hora de buscar empleo los inmigrantes son mucho más proactivo que los españoles y aceptan con mucho más facilidad cualquier tipo de trabajo.
En la actualidad, las provincias con mayor número de inmigrantes son Madrid, Barcelona y Alicante, donde existe una alta tasa de paro. De acuerdo a la Encuesta de Población Activa (EPA) en el primer trimestre de este año se ha reducido el número de inmigrantes que viven en España a la vez que se han destruido innumerables puestos de empleo en este sector.
“El desempleo crece en 231.000 personas entre los españoles y en 55.200 entre los
extranjeros. La tasa de paro de los españoles es del 18,01% (1,21 puntos más que en el trimestre anterior) y la de los extranjeros del 30,79% (1,09 puntos más)”, señala la encuesta.
Actualmente el número de desempleados en España sobrepasa los 4,500.000 de personas, situándose en una tasa de más de un 20%. La mayor cantidad de personas en paro están entre las edades de 25 a 54 años.
La idea de una pronta recuperación de la economía española está aún por verse, aunque recientemente el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero anunció una serie de medidas para paliar la crisis, muchas de ellas criticadas por la oposición y otros sectores que han resultado afectados.