El paroxismo aplaudidor y el despotismo insanable 01-nov-2014

"No saben porque y a que le aplauden; lo importante es demostrar que se esta con el regimen y que nadie piensa sacar los pies del plato mientras dure".
Cuántas veces hemos visto en las cadenas nacionales a los aplaudidores sumisos, refrendar el discurso presidencial con prolongados golpeteos de sus manos, sin ni siquiera entender porque y a que le están aplaudiendo, especialmente cuando ella enrosca su dialéctica con cifras y porcentajes producto de su exitosa gestión, propia de una exitosa abogada que usurpo la primera magistratura del país. Cuantas veces nos dio asco ver a un grupo de intelectualoides de la política populista sentados frente a una mitómana irrefrenable, estereotipar sus dedos en “V” en señal triunfal de haber instaurado un modelo anacrónico setentista, que solo le falta estallar por los aires y llevarse puesto a todos los argentinos. La exaltación extrema de la pasión por una mujer fraude, paroxismo incomprensible de un 54% de nuestra población, que reincidió con su voto y termino clavándonos la estaca al resto del 46%, hoy se deben estar queriendo cortar las manos de tal estúpida elección, pero prefieren morderse la lengua y tragarse el sapo antes que reconocer la gran estupidez cometida. De allí nacerá la nueva cruzada peronista y su efecto ouroboros tradicional de esta cepa de enfermos populistas, que intentaran con sigilo hacer la gran panquequeda de arrepentidos K, buscando transcendencia en la figura de un nuevo futuro caudillo, que al menos esté preparándose y que les asegure “continuidad con cambio”.

Pero lo triste de esta historia es que de continuar, nada cambia ni cambiara. El paroxismo peronista se realimenta en la figura carismática de su líder que con el tiempo termina convirtiéndose en el déspota perfecto. La historia nos muestra que el despotismo es el abuso de poder o de la fuerza que una persona ejerce desde una posición privilegiada contra otros en inferioridad de condiciones, y aprovecha en utilizar esa autoridad absoluta a tal punto, de pasar por encima de las leyes y de la Constitución. La actual mandataria argentina padece de esta enfermedad y resulta que se ha convertido en una calamidad insanable para las instituciones de nuestra vapuleada Republica. Desde que nos gobierna el populismo su objetivo primordial no fue transformar profundamente las estructuras y relaciones sociales, económicas y políticas (en muchos casos los movimientos populistas planearon evitarlo) sino que busco preservar el poder y la hegemonía política a través de la popularidad entre las masas, que en definitiva han sido las responsables de su existencia y permanencia en el poder. Perón intento enriquecer la cultura del pueblo a través de prácticas paternalistas, por lo cual lo convirtió en un déspota benevolente, y le hizo creer al ciudadano que el Estado como defensor de los intereses de la generalidad de una población a través del estatismo, el intervencionismo y la seguridad social, era el único medio por el cual le garantizaba alcanzar el bienestar tan deseado, y así lograr la justicia social como objetivo final.
En estas próximas elecciones presidenciales, seguramente el pueblo ignorante volverá a votar a estos “iluminados salvadores” con discurso de encantadores de serpientes.

Cuanto pescado podrido hemos estado comiendo desde que esta matriz de gobiernos populistas se instaló en nuestro país, y nosotros terribles estúpidos y ciegos hemos vuelto a darles la oportunidad de llegar a la casa Rosada. Y seguramente lo volveremos a hacer, porque lamentablemente somos un pueblo lleno de ignorantes individualistas, que a la hora que nos crujen las tripas, vamos y le damos nuestro apoyo a estos “iluminados salvadores” con discurso de encantadores de serpientes. ¿Habrá algún político que le quede algo de dignidad y le avise al pueblo ignorante que estamos agonizando como nación y que vamos directamente al quiebre del tejido social y a una explosión económica en cualquier momento? Seguro que no, están muy ocupados viendo quien va a ganar la carrera presidencial. Mientras tanto llueve y se inunda la basílica de Lujan y ningúno de los candidatos se asoma; se reprime violentamente a trabajadores que luchan por su fuente de trabajo; los motochorros asechan a cualquier distraído que va por la calle; hay hechos de inseguridad “raros” muy similares a aquellos de los años de plomo, donde la muerte estallaba sus bombas subversivas. Hoy la modalidad es atacar en la vía pública a objetivos muy bien elegidos y que no están con el régimen. En fin se trata de instalar el miedo en la gente y así paralizarla para que nadie intente levantar un dedo o convoque a una marcha como la del 13N que viene teniendo una gran adhesión, al menos en forma virtual a través de las redes sociales.

Estamos viviendo días de trueno y de purificación a la vez, y creo que todo esto pronto desembocara en un gran despertar de conciencias del pueblo argentino, aunque todavía falta hacer una "profunda limpieza" en gran parte de nuestra querida patria. Después de vivir tanta podredumbre en esta maldita década usurpada, tarde o temprano llegara el día en que veamos caer con fuerza impetuosa, la espada vengadora sobre las cabezas que han sido artífices de este satánico holocausto socio-económico al que nos ha llevado el Kirchenerismo, cuya base sustentable y maquinaria destructiva de nuestras tradicionales costumbres fue el peor de los canceres que ha padecido nuestro país: el peronismo, que como acervo de un proceso viral fue inoculándose en la sociedad a través de los años, contaminando las mismas raíces de nuestra cultura pro-occidental. La lucha no ha terminado aún, y quedan muchas batallas por librar en todos los campos. El Kirchenerismo tiene fecha de vencimiento institucional en el ejecutivo pero no así en el legislativo, porque en el parlamento puede mantener una significativa y férrea minoría, que tendría como objetivo hacerle la vida imposible al próximo gobierno, salvo que el candidato que se resiste en aceptar -Daniel Scioli-, gane y sea el continuador de este modelo fracasado, y que al final nos termine estrellando él y no ella.

ALGUNAS FRASES CELEBRES QUE MUESTRAN LAS DISTINTAS MIRADAS SOBRE EL POPULISMO Y LA LIBERTAD DEL INDIVIDUO