Es posible que algunos voten a favor del Parque Natural, pero ello no significa que no deba considerarse a quienes dicen no, y que por ahora son mayoría. Si como nos aseguran, existe la democracia, y la democracia es: "una forma de gobierno basada en la soberanía popular ejercida a través de los representantes libremente elegidos, no pueden nuestros representantes obligamos a tomar algo con lo que no estamos de acuerdo. Si personalmente estoy a favor -siempre que las normas se firmen convenientemente y las firme el pueblo y quienes llevarán el peso de su puesta en marcha-, no puedo ir en contra de quienes viviendo en la comarca lo rechazan. Otra vez más la Administración les aplica la norma sin importarle lo que digan las urnas, ni siquiera en un asunto que tanto les concierne, donde se dilucida el futuro de su monte y de su casa. Es decir, no sólo no les dan nada, sino que les intervienen lo poco que les queda. ¿Qué podemos hacer?
Yo de momento me conformo con que me dejen expresarme, aunque a veces mis ideas no vayan de acuerdo con las ideas del editor. Eso, por ejemplo, es saber ejercer la democracia, la libertad de pensamiento y lo demás todo es un cuento. ¿De qué nos sirven tantos derechos como nos escribieron si a la hora de la verdad no nos permiten ejercerlos?
Jambrina ha dicho hace unos días que no tenía sentido la plataforma que recientemente se ha constituído en Aguilar en oposición a la Central que se pretende construir en Salinas de Pisuerga. Es posible que ellos hayan depositado sus mejores intenciones en ese proyecto -que ahora siempre nos despierta la duda-, lo mismo que en lo del parque, pero no debemos permitir que nadie atropelle los derechós de la mayoría. Si lo hacemos, estaremos sentando precedente para que en el futuro nos despojen de todo sin damos tiempo a abrir la boca, cosa que ahora ya están haciendo solapadamente. Digo que, cuando hay razones suficientes en las que basarnos, y un precedente en el pantano de Vidrieros donde triunfó la mayoría, aquí puede ocurrir lo mismo. Si es la mayoría la que no quiere el Parque y ello se expresa limpiamente en unas urnas, la Junta de Castilla y León tendrá que cerrar el expediente o plantearle de otro modo. No se debe permitir que se nos suban a las barbas aquellos a los que votamos para representarnos. Que sepamos que ninguna ley puede tener éxito si va contra corriente. Dicen que se mueven con mucha mayor facilidad aquellos que han aprendido a bailar y a nosotros nos están enseñando los criados, porque, al fin y al cabo, ¿qué otra cosa son los políticos sino criados nuestros?...19 Noviembre, 1994