El Comité Nacional Demócrata presentó una demanda multimillonaria el viernes contra el gobierno ruso, la campaña Trump y la organización WikiLeaks alegando una conspiración de gran alcance para interrumpir la campaña de 2016 e inclinar las elecciones a Donald Trump.
La demanda, presentada en la corte del distrito federal en Manhattan, alega que altos oficiales de campaña de Trump conspiraron con el gobierno ruso y su agencia de espionaje militar para herir a la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton y ayudar a Trump pirateando las redes informáticas del Partido Demócrata y diseminando material robado encontrado allí.
“Durante la campaña presidencial de 2016, Rusia lanzó un asalto total a nuestra democracia y encontró un socio voluntario y activo en la campaña de Donald Trump”, dijo en un comunicado el presidente del DNC, Tom Perez.
“Esto constituyó un acto de traición sin precedentes: la campaña de un candidato a presidente de los Estados Unidos en alianza con una potencia extranjera hostil para reforzar su propia oportunidad de ganar la presidencia”, dijo.
La demanda afirma que la campaña de piratería rusa -junto con los contactos de los asociados de Trump con Rusia y la animadora pública de los piratas informáticos de la campaña- equivalía a una conspiración ilegal para interferir en las elecciones y causar graves daños al Partido Demócrata.
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Investigadores del Senado y fiscales del consejo especial Robert S. Mueller III aún están investigando si los asociados de Trump están coordinados con algún esfuerzo ruso. El mes pasado, los republicanos en el Comité de Inteligencia de la Cámara dijeron que no habían encontrado evidencia de que el presidente Trump y sus afiliados coludieran con funcionarios rusos para influir en las elecciones o que el Kremlin intentara ayudar a Trump, una conclusión rechazada por los demócratas del panel.
En una declaración, el gerente de la campaña de Trump, Brad Parscale, dijo que la demanda de los demócratas no tenía mérito y que probablemente sería desestimada.
“Esta es una demanda falsa sobre una falsa demanda de colusión rusa presentada por un Partido Demócrata desesperado, disfuncional y casi insolvente”, dijo. “Con las teorías conspirativas de los demócratas contra la campaña del Presidente que se evapora tan rápido como la fallida recaudación de fondos del DNC, se han hundido en un nuevo mínimo para recaudar dinero, especialmente entre los pequeños donantes que los abandonaron”.
La demanda se hace eco de una táctica legal similar que utilizó el Partido Demócrata durante el escándalo de Watergate. En 1972, el DNC demandó al comité de reelección del presidente Richard Nixon en busca de un millón de dólares en daños y perjuicios por el asalto a la sede demócrata en el edificio Watergate.
La demanda fue denunciada en ese momento por el fiscal general de Nixon, John Mitchell, quien lo llamó un caso de “demagogia pura” por el DNC. Pero la acción civil presentada por el presidente del DNC, Lawrence F. O’Brien, fue exitosa, produciendo un acuerdo de $ 750,000 de la campaña de Nixon que se alcanzó el día de 1974 en que dejó el cargo.
Nick Akerman, un ex fiscal de Watergate que se especializa en casos de fraude informático, dijo que pensaba que la demanda de los demócratas tenía mérito y, a pesar de las predicciones de los abogados de Trump, era poco probable que desapareciera pronto.
“No hay manera de que sea despedido”, dijo Akerman, socio de la oficina de Nueva York del bufete de abogados Dorsey & Whitney. “Al menos no en la parte de fraude informático del caso, que es realmente el corazón de eso”. Los demócratas tienen todo el derecho de presentar esta demanda ya que están agraviados. Mi pregunta es: ¿Qué les llevó tanto tiempo?
Si se permite proceder, la demanda les daría a los demócratas la oportunidad de buscar documentos internos y testimonios de la campaña de Trump para ayudarlos a aprender más sobre las interacciones con Rusia durante la carrera.
Parscale notó que la campaña de Trump también podría realizar un descubrimiento. Prometió que la campaña usaría el proceso para sondear las decisiones de gestión en el DNC, así como la participación del partido en encargar el dossier Trump, un documento de investigación producido por un ex espía británico que alegó que la campaña de Trump conspiró con Rusia. A última hora del viernes, Trump hizo una observación similar al tuitear que la demanda brindaba “buenas noticias porque ahora vamos a contrarrestar” la información de los demócratas, incluida información de los servidores del partido sobre una serie de temas, incluidos los correos electrónicos de Hillary Clinton.
Perseguir a un país extranjero puede presentar desafíos legales para los demócratas, en parte porque otras naciones tienen inmunidad contra la mayoría de los juicios estadounidenses.
La demanda argumenta que Rusia no tiene derecho a la inmunidad soberana en este caso porque “las reclamaciones de DNC surgen de la entrada de Rusia en los servidores privados del DNC. para robar secretos comerciales y cometer espionaje económico “.
La demanda busca millones de dólares en compensación para compensar el daño que alega que sufrió la parte de los piratas informáticos. El DNC argumenta que el ciberataque socavó su capacidad de comunicarse con los votantes, recolectar donaciones y operar de manera efectiva ya que sus empleados enfrentaron hostigamiento personal y, en algunos casos, amenazas de muerte.
La demanda también busca un reconocimiento de los acusados de que conspiraron para infiltrarse en las computadoras de los demócratas, robar información y diseminarla para influir en las elecciones.
Para respaldar su caso, la demanda ofrece una narración detallada de los hackers de DNC, así como episodios en los que se alega que a los asesores principales de Trump se les dijo que Rusia tenía información perjudicial sobre Clinton.
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Rusia participó en un “ataque descarado en suelo estadounidense”, alega el partido, una campaña que comenzó con el corte de sus redes informáticas en 2015 y 2016. Los funcionarios de la campaña de Trump recibieron repetidos contactos de Rusia, dice la demanda.
“En lugar de informar sobre estos repetidos mensajes y comunicaciones sobre la intención de Rusia de interferir en las elecciones de Estados Unidos, la campaña de Trump y sus agentes recibieron con agrado la ayuda de Rusia”, argumenta el partido.
En última instancia, los socios de Trump llegaron a un acuerdo con los agentes rusos “para promover la candidatura de Donald Trump por medios ilegales”, concluye la demanda.
No nombra a Trump como un acusado. En cambio, se dirige a los asistentes que, durante la campaña, se reunieron con personas que se cree están afiliadas a Rusia . Entre los asistentes se incluyen el hijo del presidente Donald Trump Jr., su yerno, Jared Kushner, el otrora presidente de la campaña, Paul Manafort, y el ayudante de Manafort durante la campaña, Rick Gates.
Manafort y Gates fueron acusados de lavado de dinero, fraude y evasión de impuestos en un caso presentado por fiscales especiales el año pasado. En febrero, Gates se declaró culpable de conspiración y mentir al FBI y está cooperando con los investigadores. Manafort se ha declarado inocente.
La demanda de DNC también nombra como demandado al servicio de inteligencia militar ruso, GRU, que ha sido acusado por el gobierno de los EE. UU. De orquestar los hacks, así como a WikiLeaks, que publicó correos electrónicos robados del DNC, y al fundador del grupo, Julian Assange. .
Los representantes de varios de los acusados mencionados en la demanda, incluida la Embajada de Rusia, WikiLeaks y Assange, no respondieron a las solicitudes de comentarios el viernes. Un portavoz de Manafort se negó a comentar.
La demanda también fue presentada contra Roger Stone , un confidente de Trump desde hace mucho tiempo que afirmó durante la campaña que estaba en contacto con Assange.
Los asesores y asociados de Trump han negado haber ayudado a Rusia en una campaña de piratería. Stone ha negado cualquier comunicación con Assange o el conocimiento previo de los vertederos de documentos por WikiLeaks, diciendo que sus comentarios sobre Assange eran bromas o exageraciones.
En un correo electrónico, Stone rechazó la demanda como “una teoría de conspiración de izquierdas disfrazada de un pleito”.
Algunos demócratas prominentes también criticaron la acción legal.
David Axelrod, ex asesor del presidente Barack Obama, tuiteó el viernes por la noche que la presentación fue “espectacularmente inoportuna” y podría incitar la estrategia de la Casa Blanca de retratar la investigación criminal de Mueller como partidista. “Todos deberían relajarse y dejar que Mueller haga su trabajo”, escribió Axelrod.
El DNC argumenta que el gobierno ruso y la intrusión secreta del GRU en los sistemas informáticos de los demócratas violaron las leyes que incluyen aquellas que protegen los secretos comerciales, que prohíben las escuchas telefónicas y evitan el allanamiento.
El partido dijo que los acusados de Trump cometieron conspiración a través de su interacción con agentes rusos y su aliento público de la piratería, con la campaña actuando como una empresa de crimen organizado que promueve actividades ilegales.
La denuncia fue presentada en nombre del partido por el bufete de abogados de Cohen Milstein .
La demanda contiene detalles no divulgados previamente, incluida la fecha específica en la que se cree que los rusos violaron el sistema informático de DNC: 27 de julio de 2015, de acuerdo con la evidencia forense citada en la presentación.
El análisis muestra que el sistema fue violado nuevamente el 18 de abril de 2016. Las primeras señales de que los hackers estaban desviando documentos e información de los sistemas DNC fueron detectados el 22 de abril. La demanda señala que cuatro días después, el 26 de abril, el asesor de política exterior de Trump George Papadopoulos fue informado por Josef Mifsud, un profesor con sede en Londres, que los rusos estaban en posesión de miles de correos electrónicos que podrían ser perjudiciales para Clinton.
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Los demandados en la demanda incluyen a Papadopoulos y Mifsud, así como a Aras y Emin Agalarov, el rico padre e hijo ruso que organizaron el certamen Miss Universo en Moscú en 2013. Trump, dueño del concurso, asistió al evento.
Los Agalarovs desempeñaron un papel en la organización de una reunión para un abogado ruso en Trump Tower en Nueva York en 2016, en la cual Donald Trump Jr. esperaba recibir información dañina sobre Clinton.
Scott Balber, un abogado de los Agalarovs, dijo que las acusaciones sobre sus clientes eran “frívolas” y “un truco publicitario”.
“No tuvieron absolutamente nada que ver con ninguna supuesta piratería informática de ningún sistema informático demócrata ni ninguna interferencia en las elecciones estadounidenses”, dijo.
Los abogados de Papadopoulos se negaron a hacer comentarios, citando la cooperación continua de sus clientes con el abogado especial.
“Es nuestra esperanza que cuando se conozcan todos los hechos, el demandante voluntariamente despida al Sr. Papadopoulos de la demanda”, dijeron los abogados, Thomas Breen y Robert Stanley, en una declaración escrita.
La demanda también describe cómo la Unión Soviética pagó a Trump para viajar a Moscú en la década de 1980 y alega que sus lazos personales y profesionales con Rusia ayudaron a fomentar la conspiración.
Los abogados del DNC escribieron que “lazos profesionales y financieros personales de larga data con Rusia y numerosas personas vinculadas al gobierno ruso proporcionaron un terreno fértil para una conspiración entre los acusados de interferir en las elecciones de 2016”.
La demanda también detalla la historia de Manafort y Gates, que trabajaron para las facciones amigas de Rusia en Ucrania antes de unirse a la campaña de Trump. Los fiscales han dicho que Manafort y Gates estuvieron en contacto en 2016 con Konstantin Kilimnik, un ex lingüista del ejército ruso que, según el FBI, tenía vínculos con la inteligencia rusa.
Alice Crites contribuyó a este informe.
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https://www.washingtonpost.com/politics/democratic-party-files-lawsuit-alleging-russia-the-trump-campaign-and-wikileaks-conspired-to-disrupt-the-2016-campaign/2018/04/ 20 / befe8364-4418-11e8-8569-26fda6b404c7_story.html
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