A medida que el ambicioso del poder percibe más próxima su cercanía sufre una suerte de metamorfosis que hace que se desvele su verdadero rostro ante los demás.
Han bastado un par de encuestas que apunten la posibilidad de un triunfo electoral en las próximas elecciones generales para que el Partido Popular se desprenda del velo de camuflaje y aflore a flor de piel el verdadero rostro de su ideario.
Apuestan por la reducción de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social en alrededor de un dos por ciento y una reducción del IRPF aunque sin especificar en qué tramos. ¿Tal vez a las SICAV, a los fondos de inversión, a los bonos de los ejecutivos de los bancos?
También pretenden reformar la Ley de Extranjería, tal vez en la línea de la barrabasada que están tratando de acometer en Vic. Y, ya de paso, reformar el Estatuto de Cataluña, por aquello de la unidad indivisible de la Patria. Más pensamiento único para conseguir votos de las cavernas.
Y, cómo no, la reforma estrella, la laboral, sobre la que durante tanto tiempo se han negado a pronunciar no vaya a ser que se espante la gente, proponiendo un nuevo modelo de contrato con tan sólo veinte días de indemnización por año, rebajándolo de los treinta y cinco actuales. Como si todavía los asalariados no hubiésemos soportado la más dramática de la crisis. Si querías caldo, ahí van dos tazas.
Debe ser que este país está a rebosar de empresarios y pudientes, porque si no esto no hay quien lo entienda.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure