El parto por cesárea es una intervención quirúrgica que consiste en extraer el bebé por medio de un corte en el abdomen y el útero. Este tipo de parto solo se debe realizar por razones médicas ya que como cualquier intervención de este tipo conlleva una serie de riesgos que es necesario conocer.
En la actualidad los partos por cesárea se han generalizado en exceso y ya son varias las entidades que han dado la alarma.
Por un lado hay más mujeres que dan a luz a una edad tardía, lo que en muchas ocasiones suele requerir una intervención de este tipo, pero al margen de esto se realizan más intervenciones de las que son realmente necesarias, por curarse en salud o por no querer dedicar el tiempo que puede llevar un parto vaginal. Incluso hay veces que son las propias mujeres las que prefieren tener un hijo por cesárea evitan, el dolor del parto y los bebés tampoco se ven sometidos a tener que pasar por el canal de parto.
El parto por cesárea es una solución muy útil ante múltiples complicaciones
Sea como sea, el parto por cesárea se puede producir en cualquier embarazo debido a complicaciones de todo tipo y pese a que no sea la forma natural de parir resulta básico para salvar difíciles situaciones y traer niños al mundo. Por ello es bueno conocer como se produce y, aunque suelen ser mínimos, sus riesgos.
Antes de empezar hay una fase de preparación en la que a la mujer se le suministra un gotero para controlar la presión arterial, así como la anestesia, se le coloca una sonda en la vejiga y se limpia la zona del abdomen. La anestesia es inofensiva para el bebé ya que actúa sobre los nervios sin llegar a la sangre. Hay dos tipos de epidural, raquídea que se pone en el momento de la cesárea en una única dosis que dura hasta 24 horas, y la peridural, es la habitual durante el trabajo de parto pero también sirve si al final hay que hacer cesárea.
Cuando la anestesia ha hecho su trabajo se realiza la incisión, suele practicarse un corte horizontal por encima del vello púbico, tras separar la grasa se corta de forma transversal la pared que sujeta los músculos y los intestinos, a través de ahí se accede al útero que se abre con un corte transversal para sacar al bebé. Cuando el niño está fuera se corta el cordón y se extrae la placenta.
Sutura de la cesárea y cuidados
El último paso es la sutura, el corte del útero se cose con un hilo que se reabsorberá solo en algo más de un mes, lo mismo sea hace con la capa que sujeta los músculos abdominales que volverán a su sitio. La piel exterior se cierra con grapas o con un hilo.
En total todo el proceso no dura más de una hora si no se dan complicaciones, por lo que la madre puede volver con su bebé a la habitación sin problema. La anestesia aún tardará unas horas en desaparecer. Habrá que tener un mayor cuidado post parto, lo normal es que la mujer permanezca ingresada tres días, después tampoco deberá hacer muchos esfuerzos a fin de que la herida se cure adecuadamente y habrá que estar atento ante posibles infecciones.