Las indicaciones entregadas por las organizaciones de la salud para el tratamiento de superficies y objetos, no son aplicables al patrimonio cultural, y pueden producir un daño irreparable.
La pandemia no ha sabido de fronteras, ni lugares, ni personas y ha permeado toda capa imaginable. El Patrimonio Cultural no queda ajeno a ello, sobre todo, cuando se sabe que el contagio puede producirse desde un objeto a una persona. En este contexto, los objetos culturales pertenecientes a bibliotecas, archivos y museos masónicos no pueden recibir procesos de desinfección con cualquier producto, porque podrían llegar a sufrir daños irreparables.
Poniendo siempre la condición humana y su bienestar en primerísimo lugar, se debe pensar que el esfuerzo hecho por el Gran Bibliotecario y Archivero de rescatar el Patrimonio de daños climáticos, del paso del tiempo, tiene un objetivo supremo: resguardar la memoria de nuestra orden, su historia, su formación y el paso de cada Querido Hermano por la Institución.
"Hago un llamado a todos nuestros Queridos Hermanos, especialmente a bibliotecarios y secretarios a leer el documento entregado por el Centro Nacional de Conservación y Restauración del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio para conservar nuestro Patrimonio, así como los invito a comunicarse con nosotros ante cualquier duda. Tenemos un Patrimonio que es historia, que es nuestro legado social y debemos cuidarlo. Hoy la pandemia, no sólo amenaza vidas, sino también la cultura", reflexiona Antonio Ordoñez, Gran Bibliotecario y Archivero de la Gran Logia de Chile.
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