Quitando a los Príncipes de Asturias, por eso de que aunque les pese a muchos, cuentan con el cariño de una gran parte de la población española, entre los varones más elegantes según una encuesta, abundan, especialmente, los futbolistas y los toreros. Paradigma nacional. Diferente resulta el caso de las damas, entre las que el pelaje es más variopinto, desde Dª Penélope, Sra. de Bardem, actriz y adalid de la izquierda por excelencia, a Dª Isabel Preysler, de la que uno no conoce oficio al margen de eso que tiene con Porcelanosa y de ser la esposa de un socialista reconvertido a empresario, tras privatizar Rumasa. Las esposas de toreros también aparecen en la lista, de modo que la fiesta, recién prohibida en Cataluña, demuestra tradición en el sentimiento popular, poco proclive a encontrar modelos entre las políticas de turno, pese a los denodados esfuerzos de la Sra. de la Vega, que posó con esas pieles presuntamente artificiales, en la portada del Vogue. Yo, personalmente, creo que Antonio Banderas tiene más simpatía y carisma personal que elegancia, y eso lleva a los encuestados a colocarlo en el segundo lugar de la lista, mientras que a Cayetano Rivera no le falta nada, ni en el traje, ni en el físico con el que la naturaleza fue generosa. En el plano femenino me alegra ver a Nati Abascal, tan elegante como siempre mientras esté callada, pero tan distante de Dª Carmen Lomana, como de la Sra. de Bardem, que hace campaña política desde la alfombra roja. En fin, demasiados toreros y demasiadas esposas de diestros para un gobierno que presume de progresista por prohibir los toros. El intervencionismo no es una forma de libertad ni siquiera para los de izquierdas.