Revista Educación

El peligro de la autoayuda

Por Siempreenmedio @Siempreblog
El peligro de la autoayuda

Llevan unos días mis redes sociales casi monopolizadas por un suspuesto fichaje en RTVE de un polémico psicólogo (al que no voy a nombrar por no darle más publicidad) que, entre otras lindezas, asegura que la depresión se la busca uno. Se trata de uno de esos gurús de la autoayuda con libros superventas, de los que dicen cosas como que el universo conspira para que consigas las cosas. Al final parece que el fichaje no es tal, pero que la falsa noticia haya conseguido armar tanto revuelo es una buena noticia porque significa que, poco a poco, nos vamos convenciendo de la importancia de la salud mental y de la necesidad de recibir ayuda profesional para superar unos tiempos tan extraños y duros como los que estamos viviendo.

Y yo aprovecho para pedir a quien me lea que no solo desconfíe, sino que huya de todos esos iluminados que aseguran que los problemas que sufrimos son culpa nuestra, o que solo depende de nosotros arreglarlos. Porque no es cierto. Porque es peligroso. Si una persona entra en una depresión porque no tiene trabajo, porque su salario no le da para pagar el alquiler, porque tiene una pareja violenta, porque no cumple con los cánones de belleza impuestos por el mercado y el heteropatriarcado o porque la pandemia se ha llevado a gente muy querida, esa persona no es la responsable de estar así, y no puede recaer sobre ella la responsabilidad única su situación. Esa persona necesita ayuda, no solo de un profesional, sino también del resto de la sociedad y de las instituciones. La responsabilidad es de todos y cualquiera que pretenda culpabilizarla o hacer recaer sobre sus hombros la responsabilidad de estar sana, es un miserable.

Acabemos de una vez con los bulos de la autoayuda y tomemos conciencia de la importancia de la labor social, profesional e institucional en la actuación sobre la salud mental. Salir mejores de estos años sólo depende de una cosa: empatía.

Pd.: Y olviden esa estupidez de "salir de su zona de confort". Lo que hay que hacer es ampliar la zona de confort, no abandonarla.


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