Revista Música
El peligro de la consideración social de la música
Publicado el 08 diciembre 2013 por Agustin @TecleaTeCrea
Destruir es fácil, y rápido! En poco tiempo se pueden echar abajo los pilares de un edificio que ha llevado muchos años y décadas y hasta siglos construir. Este post va sobre lo contrario, sobre la necesidad de edificar, de poner bases sólidas, cimientos consistentes para revertir la situación actual de la consideración social de los músicos.
Tan sólo hay que observar cómo en pocos segundos y con dinamita se viene una casa abajo y los meses que cuesta rehacerla. Por ejemplo: basta cortar el presupuesto para líneas de investigación científica durante un año para echar abajo el trabajo de décadas que necesita de una continuidad y que no se rehace al año siguiente con una nueva inyección una vez destruido...
En materia de educación y de cultura, al igual que en materia de prevención sanitaria, por ejemplo, aquella labor que se desarrolla durante años tiene efectos en un futuro a medio plazo o lejano. Un ejemplo lo tenemos en los recortes que se han dado en cultura y espectáculos para niños que han provocado la paralización de muchas compañías, más de dos mil, y su desaparición sólo en el último año. Ese tejido profesional no se rehace fácilmente y por tanto la consideración social de los actores y los músicos, los bailarines, etc... disminuirá por el simple hecho de que una generación entera no habrá visto suficientes profesionales encima de un escenario desde niños! Dar una patada hacia adelante y que otros solucionen los problemas del presente es la manera de hacer más grande el problema y no solucionarlo...
Algunos se preguntarán si hace falta escribir sobre esto... A la vista de que un estudiante de pintura o escultura no está discriminado ya que un músico, un bailarín o un actor no cursan sus estudios en la misma universidad, esto ya da que pensar sobre que son considerados por la sociedad como estudios "accesorios", "marías", "diversiones" y no como una verdadera profesión, de la misma manera que la música moderna es enfrentada a la clásica y no está dentro del sistema educativo público (acaso es menos música? su estudio es menos serio?)
Es necesario hacer pedagogía y que los propios artistas y músicos reivindiquemos ante las autoridades y la sociedad en general que nuestra labor es necesaria, seria, profesional, profunda e imprescindible para el desarrollo integral de las personas y de la sociedad en su conjunto. Un músico no sólo es diversión para el pueblo, es reflexión, es crítica, es sabiduría, es tesón, es fuerza de voluntad, es pasión, es valor económico, es humanidad, son tantas cualidades, en definitiva, que apartarlos de un sistema educativo y social y ponerlos en un escalafón inferior dice muy negativamente de la sociedad que lo hiciera y no lo corrija inmediatamente!
En este enlace están las conclusiones demoledoras de un estudio que hice en coautoría con Mercedes Jorge e Isabel Villagar sobre esta temática: http://vocalcenter.blogspot.com.es/2013/07/conclusiones-del-estudio-valoracion.html
Tan sólo hay que observar cómo en pocos segundos y con dinamita se viene una casa abajo y los meses que cuesta rehacerla. Por ejemplo: basta cortar el presupuesto para líneas de investigación científica durante un año para echar abajo el trabajo de décadas que necesita de una continuidad y que no se rehace al año siguiente con una nueva inyección una vez destruido...
En materia de educación y de cultura, al igual que en materia de prevención sanitaria, por ejemplo, aquella labor que se desarrolla durante años tiene efectos en un futuro a medio plazo o lejano. Un ejemplo lo tenemos en los recortes que se han dado en cultura y espectáculos para niños que han provocado la paralización de muchas compañías, más de dos mil, y su desaparición sólo en el último año. Ese tejido profesional no se rehace fácilmente y por tanto la consideración social de los actores y los músicos, los bailarines, etc... disminuirá por el simple hecho de que una generación entera no habrá visto suficientes profesionales encima de un escenario desde niños! Dar una patada hacia adelante y que otros solucionen los problemas del presente es la manera de hacer más grande el problema y no solucionarlo...
Algunos se preguntarán si hace falta escribir sobre esto... A la vista de que un estudiante de pintura o escultura no está discriminado ya que un músico, un bailarín o un actor no cursan sus estudios en la misma universidad, esto ya da que pensar sobre que son considerados por la sociedad como estudios "accesorios", "marías", "diversiones" y no como una verdadera profesión, de la misma manera que la música moderna es enfrentada a la clásica y no está dentro del sistema educativo público (acaso es menos música? su estudio es menos serio?)
Es necesario hacer pedagogía y que los propios artistas y músicos reivindiquemos ante las autoridades y la sociedad en general que nuestra labor es necesaria, seria, profesional, profunda e imprescindible para el desarrollo integral de las personas y de la sociedad en su conjunto. Un músico no sólo es diversión para el pueblo, es reflexión, es crítica, es sabiduría, es tesón, es fuerza de voluntad, es pasión, es valor económico, es humanidad, son tantas cualidades, en definitiva, que apartarlos de un sistema educativo y social y ponerlos en un escalafón inferior dice muy negativamente de la sociedad que lo hiciera y no lo corrija inmediatamente!
En este enlace están las conclusiones demoledoras de un estudio que hice en coautoría con Mercedes Jorge e Isabel Villagar sobre esta temática: http://vocalcenter.blogspot.com.es/2013/07/conclusiones-del-estudio-valoracion.html
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