Más allá del hecho de que la agricultura representa el consumo del 70% de agua dulce en todo el mundo, resulta que para producir una cantidad de maíz, que además no tendrá como destino final el consumo humano, es frecuente que los agricultores utilicen fertilizantes que contienen nitratos y fosfatos. El peligro de los nitratos es que al pasar a los ríos o al lecho marino, pueden afectar tanto a la vida salvaje como producir metahemoglobinemia en los seres humanos, que incrementa la mortalidad en recién nacidos.
Por otra parte, una mayor concentración de fosfatos genera un incremento descontrolado de algas, que a su vez desestabiliza los ecosistemas marinos y ayudan a desarrollar una condición conocida como eutrofización, que esencialmente consiste en una acumulación anormal de material orgánico.
Por estas razones, es que al plantear alternativas que tengan como objetivo el cuidado del medio ambiente, debemos analizar con una mayor profundidad las consecuencias que pueden acarrear tales medidas. De esta manera, no terminaremos dañando al medio ambiente al tener la intención de salvarlo.
Referencias:
Bolaños-Alfaro, D., Cordero-Castro, G., Segura-Araya, G. Determinación de nitritos, nitratos, sulfatos y fosfatos en agua potable como indicadores de contaminación ocasionada por el hombre, en dos cantones de Alajuela (Costa Rica). Tecnología en Marcha. Vol. 30-4. Octubre-Diciembre 2017. Pág 15-27.Cárdenas, G. Cárdenas, J. Agricultura, urbanización y agua. ICCA. 2010. Pág 10
