El Péndulo de Foucault es una novela de Umberto Eco que se publicó con gran expectativa, tras el enorme éxito que tuvo El nombre de la rosa, en la década de los años 80. En ella, Eco nos cuenta la historia de tres intelectuales que trabajan en una editorial de Milán, Garamond, y que establecen contactos con autores interesados en las ciencias ocultas, las sociedades secretas y las conjuras cósmicas. Al principio, la relación entre ellos es estrictamente profesional, pero poco a poco va trascendiendo hacia lo personal. Editores y autores inventan, por puro juego, un complejo “plan” ideado presuntamente por los templarios hace siete siglos. Sin embargo, hay alguien que decide tomar en serio el juego y todos ellos se verán envueltos en una inquietante espiral de misterio.
El elemento común en El Péndulo de Foucault es la propia editorial Garamond, que sirve de punto de partida para unir a tres intelectuales, Casaubon, especialista en los templarios, Belbo, empleado de la propia editorial, al que Casaubon conoce en un bar universitario, y Diotallevi, compañero de Belbo en la editorial. Aprovechando los conocimientos de Casaubon sobre los templarios, Belbo y Diotallevi le invitan a asistir a una reunión con Andretti, un autor que quiere publicar un estudio sobre una supuesta conspiración templaria, la cual ha diseñado tomando como base un documento de esa época, incompleto y de incierta autenticidad. Pero después de la reunión entre los cuatro, Andretti desaparece extrañamente.
A partir de aquí el libro se convierte en un todo que abarca un gran número de temas, datos e información de todo tipo, y que asombra y asusta por la extensión enciclopédica de todo su contenido. Estamos ante una mezcla de literatura científica con la que comienza el análisis del Péndulo al lado de la ficción, el realismo histórico sobre el origen y evolución de la orden de los templarios, en medio del lenguaje cifrado de los cultos primitivos, el esoterismo, la santería y los ritos de la logia masónica, así como las sociedades secretas de los rosacruces, un estudio pormenorizado de la historia de sectas, de los saberes ocultos, de los ritos más antiguos y modernos, satánicos, etc.
Belbo asumirá el curso de la novela como una especie de literatura electrónica atravesada por vibraciones subterráneas ocultas y esotéricas, propias de la profundidad de la vida, a través del tiempo, de la tradición y de la lucha incansable de la humanidad por el poder. Y la revelación de la verdad, que está reservada, no para todos, sino para los elegidos, los templarios, los masones, los científicos, Dios y el diablo juntos, oriente y occidente unidos, la filosofía y la magia, la ciencia y el catolicismo, la sabiduría antigua y la tecnología, los ritos sagrados del esoterismo ocultista, unidos todos en un torrente de pasión y violencia bajo el que caen al final los mismos protagonistas en una trama lenta y elaborada, apta sólo para lectores pacientes y observadores minuciosos, capaces de esperar hasta el desenlace final.
El autor de El Péndulo de Foucault nos presenta un crisol de conspiraciones políticas y religiosas sobre las que demuestra estar muy bien documentado, a diferencia de otros escritores que se dedican a publicar best-sellers como si fueran churros.