En 1851 León Foucault recibe la autorización de Luis Napoleón Bonaparte para utilizar la cúpula del Panteón, el lugar en el que están enterrados los Grandes Hombres de Francia, instalando allí un péndulo con el que poder demostrar que la Tierra giraba sobre sí misma.
Foucault manda suspender una bola de latón rellena de plomo, de un cable de 67 metros. No sin ciertas vicisitudes motivadas por los numerosos cambios políticos del convulso momento, el experimento continuó...
Accionando manualmente el péndulo a las 10 horas, su posición varía en 11 grados cada hora... Se tiene entonces la sensación de que el péndulo gira, pero en realidad se mueve siempre sobre el mismo plano, es la Tierra la que se mueve girando sobre sí misma!
El fenómeno resulta diferente según la situación del péndulo: en la latitud del Panteón (48º al norte), el péndulo completa una vuelta en 31 horas y 52 minutos... En el Polo Norte el péndulo solo necesita 23 horas y 56 minutos (equivalente a una rotación completa de la Tierra sobre sí misma); los 4 minutos que le faltan al día se justifican en el hecho de que la Tierra no sea completamente redonda, sino que se achata en los polos.
Con el péndulo de Foucault están Uds. invitados a ver la Tierra rotar...