El interés en los factores que determinan que unas personas tengan creencias religiosas y otras no ha crecido durante los últimos años. Sin embargo, existen pocos estudios experimentales que pongan a prueba los procesos cognitivos que pudieran estar detrás de las creencias religiosas.
Dos investigadores de la Universidad de British Columbia (William M Gervais y Ara Norenzayan) pusieron recientemente a prueba la hipótesis de que el pensamiento analítico podría ser un poderoso facilitador de la incredulidad religiosa.
De acuerdo con la teoría del proceso dual del pensamiento humano, existen dos formas principales (y que interactúan entre sí) de procesamiento de información: aquella que se basa en las respuestas intuitivas y la que depende del procesamiento analítico. De acuerdo con estudios previos los procesos cognitivos intuitivos parecen facilitar la creencia en fuerzas sobrenaturales, aspecto central de las creencias religiosas.
De acuerdo con lo anterior, si las creencias religiosas son el resultado de una serie de procesos intuitivos, el procesamiento analítico de información podría entonces inhibirlas.
Para su estudio William y Ara utilizaron 5 pruebas que incluyeron manipulaciones sutiles para promover el procesamiento analítico. Estas pruebas ya han sido utilizadas con anterioridad, por lo que su eficacia ha sido ya corroborada.
Al final de dichas pruebas midieron la incredulidad/credulidad religiosa de los participantes mediante la aplicación de pruebas estándar para ello. Los valores de religiosidad fueron comparados con aquellos obtenidos varias semanas antes de la aplicación de las pruebas de procesamiento analítico.
“El pensador” de Auguste Rodin. Imagen de Hans Andersen tomada de Wikimedia Commons.
En las 5 pruebas el pensamiento analítico estuvo negativamente asociado con las medidas de credulidad religiosa. Es decir, a mayor procesamiento analítico menor credulidad religiosa, por lo menos de manera temporal.
Es importante notar que el estudio de William y Ara no explica la forma en la que el procesamiento analítico influye en las creencias religiosas, por lo que el detalle de los mecanismos tendrá que ser explorado en futuros estudios.
Tambien, los autores hacen notar que estudios como el suyo no aportan una prueba respecto al valor intrínseco o la racionalidad de las creencias religiosas. Su estudio simplemente nos permite entender mejor qué procesos cognitivos –de entre seguramente una amplia variedad- están involucrados o facilitan o inhiben la credulidad religiosa.
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