El embarazo es un proceso muy positivo para cualquier mujer que siente una magia especial dentro de sí misma. Es la magia que brota de la propia vida en contacto con el ahora. Sin duda, el presente adquiere un matiz diferente a lo largo del proceso de gestación.
Es habitual que el ser humano tienda a adelantarse al futuro, haga planes para el mañana, sin embargo, cuando una mujer está embarazada vive principalmente el ahora y hace frente a los cambios físicos y psicológicos que se producen en su cuerpo por pura inercia.
A lo largo del embarazo, cualquier mujer puede sentir que tiene una sensibilidad especial y diferente. De hecho, la maternidad transforma el mundo interior femenino de tal forma que la realidad se torna más bella y también más humana. El esquema de valores de una mujer cambia tras dar a luz a una nueva vida. Por ejemplo, muchas mujeres que hasta ese momento se han volcado al cien por cien en su trabajo se dan cuenta de que a partir de ese instante, lo más importante es el cuidado del niño que necesita protección extrema.
Una de las claves del éxito de cualquier nacimiento reside en el pensamiento positivo. Es decir, cualquier mujer debe enviarse a sí misma mensajes agradables en relación con la salud y el bienestar del niño, por otra parte, también debe darse ideas saludables en relación con el momento del parto. Dejar a un lado el pensamiento negativo es muy importante, especialmente, en el momento del parto que por sí mismo es un momento incierto que produce inseguridad.
Igual que cualquier mujer acude a los cursos de preparación al parto también debe empezar a poner en práctica el pensamiento positivo desde el primer trimestre del embarazo. Sin duda, dar a luz es uno de los mayores regalos del universo femenino.