Revista Medio Ambiente
Siempre es una alegría encontrarte por el monte con una comadreja (Mustela nivalis), el más pequeño de los mustélidos ibéricos. Ayer mismo, mientras daba un paseo por Somiedo en compañia de Héctor y Tino escuchamos cerca de un muro de piedra un chillido agudo. Al fijarnos pudimos ver como una comadreja que parecía haber cazado un topillo o una musaraña, daba un salto y se escondía en un agujero del muro. A los pocos minutos, se asomó curiosa entre unas piedras y se nos quedó mirando durante unos segundos para volver a esconderse.
A pesar de su pequeño tamaño, ya que los machos más grandes no suelen superar los 25 cm ni los 250 gramos de peso, son depredadores muy voraces, capaces de cazar presas mucho más grandes que ellas, como conejos de monte, aunque sus presas más habituales son los ratones, topillos y musarañas y también pequeños pájaros. Pero su pequeño tamaño también hace que muchas veces se conviertan en presas de otros animales, sobre todo aves rapaces, tanto nocturnas como diurnas. Una de las estrategias que utiliza para defenderse de los depredadores, aparte de su agresividad, es la de segregar una sustancia con un olor muy fuerte, al igual que hacen otros mustélidos.