www.cocinaparaindignados.com
“Niño, deja ya de joder con la pelota.Niño, que eso no se dice, Que eso no se hace, Que eso no se toca”Joan Manuel Serrat
¿Será el ‘pequeño’ Nicolás un ‘loco bajito’ bipolar, un ‘loco bajito’ de “florida ideación delirante de tipomegalomaníaca” o solo un ‘loco bajito’ canalla y cabroncete? La verdad es que tiene a todo el personal tan fascinado como desconcertado con su historia, pero lo cierto es que este loco bajito de 20 años no ha parado de joder con la pelota, de decir lo que le viene en gana y de hacer y tocar lo que le ha apetecido, en especial, las gónadas al mundo político y empresarial los últimos días, y eso mola, mola mucho. Y no es que mole por su apariencia simpática, un discurso patriótico y un aspecto tan pepero como convencional resta puntos, mola por haber sido capaz de urdir en torno a su persona una vida de novela tan estrambótica como estrafalaria y singular, que lo ha convertido en el ‘caganet’ de moda en el belén de la política española de estas navidades, la figura más preciada, la más buscada, esa que todos quieren oír. Una figurilla simpática y carota, colocada en un rinconcito discreto, tras los arbolillos del belén, pero que ha sabido encontrar su sitio en el Portal usurpando el puesto en el pesebre entre un Mariano-San José y una María-Sainz de Santamaría que se lo comerían, y no precisamente a besos. Definitivamente lo ha conseguido: de amante de los selfies, a protagonista indiscutible y centro de atención de todas las miradas
El tiempo dirá lo que es, si un estafador, un impostor o un ciudadano sincero víctima de una trama conspiratoria, pero de lo que no cabe duda es que debe poseer una mente brillante para idear las estrategias que le han llevado por el camino que se va desvelando: un chaval de 20 años que se reúne con abogados famosos, se codea con lo más granado y experimentado de la política y la empresa, que frecuenta áticos de lujo y palcos con multitud de personalidades, que entra en los despachos de miembros destacados del gobierno, que se codea con la casa real y hace ‘trabajillos’ para el CNI…Resulta cuanto menos desconcertante que haya sido capaz de hacerlo sin percatarse nadie de ello, sin que nadie le mirara fijamente a los ojos y viera al niño que había detrás de los mismos, sin la protección de alguien vinculado con el poder. Es algo así como tener correteando alrededor de la mesa del restaurante a un ‘loco bajito’ en una cena con amigos y no decirle nadie nada. Algo insólito, desde luego, pues cuanto menos se intuye este mundo elitista mucho más hermético y nada accesible a advenedizos sin pedigrí.
Al menos es todo un alivio que la Casa del Rey, Moncloa, la Comunidad de Madrid y el CNI se hayan apresurado a desmentir cualquier vinculación con el ‘pequeño’ Nicolás. Si aseguran que todo cuanto dice es mentira podemos descansar tranquilos, porque ni la Casa Real ni la Central de Inteligencia ni el gobierno nos van a mentir, por supuesto, jamás se atreverían, eso lo tenemos claro. Tal vez por eso los informativos y las tertulias de TVE tienen la consigna de no dar publicidad al ‘pequeño’ Nicolás. Se da por zanjado el tema. Miente. Es fácil imaginar que toda la maquinaria del estado se va a poner al servicio del gobierno y las instituciones interesadas para desacreditarle, del mismo modo que ha pasado con los casos Bárcenas, Gürtel y tantos otros. Seguro que a partir de ahora se acabaron los selfies de la aristocracia política y empresarial con sus incondicionales sin un informe previo de algún ‘charlie’ acreditado del CNI.
Lo tienes mal ‘pequeño’ Nicolás, te van a marear hasta la extenuación e incluso es posible que te manden a la cama de alguna celda penitenciaria sin postre; seguro que eres consciente de ello, pero lo cierto es que, aunque no sé si molas, molas; mola que un loco bajito como tú haya sido capaz de sacar los colores a algunas de las instituciones del estado más circunspectas, o al menos, generado dudas sobre la seriedad de su funcionamiento, hecho que no hace más que confirmar lo que venimos observando desde que se airean las formas de proceder de quienes nos gobiernan. Ahí te dejo, cagando y fertilizando como aquel. Ojalá tu paso traiga suerte al panorama político nacional, cagues mucho y fertilices lo suficiente para favorecer la caída de lo que ya no se sostiene, y mejoren las formas de quienes nos han de gobernar, que buena falta nos hace.
Y por si te dejan esta noche sin postre, esta receta es para ti Crema de calabaza con chocolate y coco, el postre de los campeones. Una auténtica receta de piso de estudiante, sencilla, dulce, colorida y económica, para quedar bien donde la sirvas, sobre la mesa, a los pies del televisor o en los platós de televisión.
Que te aproveche, Nicolás, te va a hacer falta.
NECESITARÁS (para 4 personas)
- 750gr de calabaza.
- 250gr de azúcar.
- La ralladura de una mandarina.
- 1 cucharadita de canela.
- 1 pizca de nuez moscada.
- 100gr de chocolate fundido.
- Coco rallado.
ELABORACIÓN
- Cortar la calabaza en trozos y asar en el microondas durante 20’ aproximadamente o hasta que esté asada. Dejar que se enfríe.
- Introducir en el vaso batidor junto al azúcar y las especias y batir hasta conseguir una crema homogénea.
- Emplatado: en una cazuelilla verter la crema, añadir por encima chocolate líquido caliente y espolvorear de coco rallado.
Umm, rápido, sencillo, económico, sano y de un sabor espectacular.
NOTA
Puedes mezclar la calabaza e incluso sustituirla por zanahoria, pero la suavidad de la calabaza le da un toque a este postre muy especial. Si lo prefieres puedes espolvorear con almendra molida y acompañar la crema con nueces troceadas o los frutos secos que más te gusten.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR
Para la elaboración: Ser brigada, León BenaventePara la degustación: Cómo hacer crac, Nacho Vegas
VINO RECOMENDADO
P.X Pedro Ximénez, DO Montilla-Moriles
DÓNDE COMER
En cualquier evento que se precie, de exterior o de interior, íntimo o multitudinario, formal o informal, siempre que se esté acompañado de quienes cortan el bacalao.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Correr, correr mucho cuando descubran que eres un impostor; en caso contrario, no hay que preocuparse de nada, la calabaza es de naturaleza diurética.