Mina pierde a su marido ejecutado al resultar culpable de la muerte de un hombre. Ahora su vida se centrará en sobreponerse y en cuidar a su hija Bita. Pero un día recibe una noticia inesperada y aún más dolorosa que lo cambiará todo.
Me ha gustado esta película iraní que trata temas, algunos alejados a nosotros, y otros, que desgraciadamente se repiten en todas las sociedades.
La pena de muerte es el tema principal sobre el que gira esta historia. Con mucha reflexión y crítica. Quitar la vida a una persona porque se decide que es culpable. Tremendo. Y sí da igual lo que supuestamente haya hecho. Siempre quedará una duda...
Y luego las mujeres y su lucha solitaria por salir adelante en un mundo de hombres que no ayuda nada. Y máxime en un país como Irán con otras muchas trabas. Esto está muy bien reflejado en Mina y en su hija Bita. También en el apoyo que otras mujeres le ofrecen, siempre esa sororidad que intenta salvar.
Y cuando Mina parece encontrar un salvador e intentar poder volver a ser feliz, no, la vida vuelve a ser dura con esta mujer.
Es también una reflexión acerca de el perdón. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar en el perdón?