Revista Opinión

El perillán de Sánchez

Publicado el 03 julio 2019 por Carlosgu82

Sánchez quiere garantizarse una cómoda investidura reduciendo a Podemos a una confortable muleta.

Trivializando la democracia Pedro Sánchez quiere llegar muy lejos, está demasiado ocupado con el G20 o con el Consejo Europeo como para preocuparse por los ciudadanos españoles. En esto de aguar la democracia con la pasividad como bandera, a la espera del movimiento de los demás Rajoy era un experto, aquello de “cuanto peor, mejor…” que para la derecha servía, también le vale a este PSOE liberal actual. En esta guerra de desgaste y desprestigio de la democracia, sólo Sánchez gana posiciones, instalando en el imaginario colectivo el concepto ridículo y manipulado de responsabilidad. El “tú más” ha pasado a ser el “son ellos los que no quieren”.

Desprestigio, bazofia, hartazgo, cansancio, náusea. Esto no cambia, es el absurdo sostenido siempre sobre la amenaza y el miedo, en este caso a otra repetición de las elecciones. Pues vale, tampoco es el Apocalipsis. La economía no se hunde por ello. Y los demás partidos no son los responsables. Y mientras el pánico cunde entre los tertulianos pagados para ello. El PSOE ya no tiene, si lo tuvo alguna vez, interés por el bien general.

Impertérritos, sin moverse, mientras la izquierda real ofrece propuestas y presenta condiciones de trabajo conjunto, los socialistas invocan a Rivera para que este les permita un gobierno en solitario o no, quizás en colaboración liberal mutua. Incluso piden al PP una abstención en virtud a la responsabilidad de Estado.

Eso sí, Sánchez avanza que muchos de sus ministros repetirán en el Gobierno, y es que paralizar al país no es tan importante para él como asegurar su sueldo y el de sus más allegados colaboradores. Porque su cabezonería de gobernar en solitario es inamovible.

O quizás lo que de verdad espera el PSOE es ganar unas nuevas elecciones generales con un porcentaje de voto mayor de celebrarse ahora los comicios, según el barómetro de junio del CIS obtendrían el 39, 5%. Hablamos de una subida de tres puntos con respecto a la encuesta del mes anterior, lo que le sitúa muy por encima del resto de formaciones.

La formación naranja perdería apoyos, ya que en mayo el CIS les daba un 16, 3% de los votos y ahora baja al 15, 8% . El PP, con el 13, 7% de los votos, asciende algo frente a los escasos 11, 4% del anterior sondeo. Pero la bajada más notable de este barómetro la protagoniza Unidas Podemos, que pasaría de una intención de voto del 12, 7% a un 11, 4% que obtendría si ahora se celebrasen unos comicios generales. Vox permanece igual en las encuestas, conseguiría el 5, 1% de los apoyos frente al 5, 3% que le daba el CIS de mayo.

Está claro que las negociaciones para la formación de gobierno han hecho mella sobre todo en Iglesias, aunque Rivera y Casado tampoco salen bien parados. Esta estrategia maniquea del PSOE, consigue que Pedro Sánchez rentabilice su posición al frente del ejecutivo. Ese argumento de que él quiere formar un gobierno ya, pero que son las circunstancias negativas creadas por el resto las que bloquean esta necesidad, le están dando rédito. Igual es lo que en realidad está buscando este mediocre político que se está comiendo el pastel él solito.

De todas formas veremos cómo mantiene las posiciones el PSOE ante la nueva propuesta de Unidas Podemos, Iglesias mueve ficha y lanza un guiño al candidato socialista, es una inteligente manera de forzarle a presentarse en el Congreso en julio con un Gobierno de coalición PSOE-Podemos. ¿Cuál es la postura? Pues que si la Cámara Baja tumba esta opción, Iglesias bajará su exigencia y renunciará a su demanda de Gobierno en Coalición.

En un artículo publicado hoy en La Vanguardia, Iglesias reconoce que en los encuentros que ha mantenido con Sánchez, éste ha expuesto que atarse a Podemos ahuyentaría a otros partidos. Pero, la realidad es que socialistas y morados suman 165 votos, cuando la mayoría está en 176. Por eso ha expuesto que si se verifica la hipótesis del PSOE y la investidura no sale adelante tras presentar un acuerdo integral de gobierno de coalición, Unidas Podemos se compromete a revisar esta posición. Es decir, Podemos renunciaría a estar en el Consejo de Ministros.

Albert Rivera se ha autoproclamado líder de la oposición, y las encuestas le dan la razón. Hoy, los liberales están más centrados en su pelea con los populares que en una posible investidura de colaboración con los socialistas, y esto Sánchez lo sabe; su opción favorita se le ha venido tan abajo que el propio líder naranja ya le ha negado una tercera entrevista.

Pero, ¿por qué a Sánchez no le interesa tener a Iglesias en el Gobierno? Los movimientos de Sánchez se basan exclusivamente en su interés particular y cuenta además en estos momentos con la aceptación de buena parte de la izquierda. La idea que planea por su cabeza es la de aprovechar el tirón para gobernar ocho años. Entonces, ¿qué puede obtener Pedro Sánchez aliándose con Pablo Iglesias en el Gobierno? Es evidente que puede garantizarse la investidura e incluso sin tan siquiera contar con el voto favorable de ERC, bastaría con la abstención de los de Junqueras y el PNV, por ejemplo, para imponerse por mayoría simple en la segunda votación. Sin embargo, a Sánchez esto no le convence, pues sus políticas estarían sujetas a la observación de Podemos y los morados podrían llevarse la recompensa en la siguiente convocatoria a elecciones, por eso esgrime la amenaza de una repetición de las elecciones a las que Unidas Podemos iría con la tara de haber evitado la investidura de un gobierno progresista. Esta broma ya le costó a Pablo Iglesias un millón de votos en el pasado.

Por eso la preferencia del PSOE es gobernar en solitario apoyándose en Podemos para aprobar algunas iniciativas, una baza muy interesante que el ambicioso Sánchez no quiere perder, pues es preferible negociar con Iglesias con la ventaja de utilizarlo en ocasiones puntuales cuando este sea necesario, haciendo ver al pueblo español que el apoyo de los morados siempre es prescindible.

A este respecto, no cabe ninguna duda de que la mejor forma de mantenerse en este empeño es evitar que Unidas Podemos esté en el Gobierno, reduciéndoles a la máxima insignificancia política posible, apareciendo así como la única alternativa real para que haya un Gobierno progresista en Moncloa. Y esta es la pura y dura realidad de este astuto, taimado, ladino, espabilado, malicioso, bellaco, bribón, engañoso y embaucador partido socialista. Sánchez sólo quiere a Iglesias para hacerle el abrazo del oso.


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