El pasado día 4 de septiembre era incluida en la edición en papel del extremeño periódico HOY una noticia a través de la cual se hablaba de la reciente publicación del libro "Templos romanos de Extremadura: álbum fotográfico". Formando parte desde unas horas antes, a fines del día 3, en la versión digital, gracias a la entrevista ofrecida al periodista Evaristo Fernández de Vega se divulgaba la creación y existencia de esta obra, vinculada desde sus orígenes con el presente blog. Extremadamente satisfechos con el reconocimiento de este trabajo, así como con la divulgación que, una vez más, logramos ejercer sobre el patrimonio menos conocido de la región, queremos compartir con vosotros no sólo el hecho en sí, sino inclusive el artículo que el diario ofreciese a sus lectores, honrados con poder salir entre las páginas del mismo, así como enormemente agradecidos tanto a Evaristo Fernández como a HOY por haber puesto su mirada en este álbum, destinado a promocionar nuestra herencia romana y excelsa valía patrimonial de Extremadura. Esperamos que os guste.
https://www.hoy.es/extremadura/templos-romanos-region-20210903201655-nt.html
"Un extremeño medio raramente tendrá dificultad para recordar el nombre de un templo romano. Tener en la ciudad de Mérida el popular Templo de Diana facilita bastante las cosas. Pero no resultará tan sencillo si en lugar de un templo, hablamos de dos, tres o cuatro.
Samuel Rodríguez Carrero no se considera una excepción. Durante muchos años apenas supo de la existencia del Templo de Diana, pero su curiosidad por la historia y el arte –es autor del blog 'Extremadura: Caminos de cultura', colabora con el programa de televisión 'El Lince con Botas' y en 2019 descubrió un dolmen en la Dehesa Boyal de Arroyo de la Luz– le ha permitido sacar a la luz una obra en la que muestra los templos romanos que salpican la geografía extremeña.
Tanto las fotografías como los textos son obra suya y permiten acercarse a una realidad que en ocasiones resulta desconocida. «Los dioses clásicos una vez vivieron en Extremadura. Júpiter, Marte o Minerva fueron idolatrados en las tierras que hoy conforman nuestra región, rezados e invocados por los que fueran habitantes de estos lares», asegura.
A ese lejano mundo se acercó con curiosidad hace tiempo y después de estudiar a fondo esa realidad cree que los extremeños debieran sentirse orgullosos de los templos romanos que conservan.
Rodríguez Carrero, que estudió Turismo por la UEx y es funcionario en la Fiscalía de Badajoz, reconoce que en la ciudad en la que vive y trabaja no existen ejemplos de este tipo. «Aquí tenemos el yacimiento de La Cocosa, cerca de Valverde de Leganés, y la villa de Las Tomas, que está junto a las naves de Hierros Díaz, en la carretera de Madrid. Pero se trataba de villas, que eran como los cortijos de hoy, situados junto a las explotaciones agrarias o ganaderas de aquella época».
En 'Templos romanos en Extremadura', publicado por Editamás, habla de 15 enclaves que han sobrevivido al tiempo . El Templo de Diana, afirma, es el que mayor cantidad de turistas atrae, si bien aclara que fue sometido a un importante proceso de reconstrucción. «De algunos templos no tenía ni idea, como el de Fuentidueñas, que está a las afueras de Plasencia, o el Nertóbriga, en Fregenal de la Sierra. Realmente cuando pensamos en los dioses grecolatinos nos resulta algo ajeno y exótico, pero realmente fueron idolatrados aquí», añade.
Ahora que los conoce, Samuel destaca el valor del Templo de Alcántara. «Es el mejor conservado de todos, una joya que se levantó cuando se teminó la obra de ingeniería, pero queda eclipsado junto a un puente tan importante».
Acercarse a esos 15 templos le ha permitido extraer algunas conclusiones. «Me encantaría poder mirar por un agujerito para asomarme a aquella época. Pero realmente no me gustaría vivir allí, en el mundo romano existía la esclavitud». También encuentra diferencias importantes entre la religión actual y la que se practicaba entonces. «Los romanos hacían una especie de contrato con los dioses. Realizaban ofrendas en el templo y a cambio esperaban recibir favores. Es distinto a la religiosidad cristiana, en la que se reza a Dios pero la base está en que uno debe ser buena persona»."