Siglo XVII
El periodismo en este siglo, del que ofreceremos algunas pruebas, confirma lo que dejamos consignado al tratar de la prensa medieval.
La interesante .Rehunión de fiestas que la ciudad de Toledo hizo al nacimiento del Principe N. S. Felipe UII, deste nombre, Madrid, 1605., es un valioso testimonio periodístico que se atribuye al gran Lope de Vega.
Siglo XVIII
En este siglo, el periódico tampoco rebasa los límites de hojas sueltas. que se publicaban con motivo de sucesos de incuestionable trascendencia, o relaciones de índole histórica. El primero se vendía en las calles como nuestros modernos diarios. Son muy raros desde el punto de vista bibliográfico.
Reproduciremos, como ejemplar curioso, la siguiente crónica de autor anónimo:
«RESUMEN Y EXTRACTO DE LOS SACRILEGIOS, profanaciones, y excesos, en lo sagrado, que por las Informaciones auténticas, ejecutadas, de orden de los Ordinarios Eclesiasticos de los Obispados de Siguenza, Cuenca, Osma y Arzobispado de Toledo, se justifica, haberse cometido por los Soldado!, y Tropas del Archiduque Carlos en los más de los pueblos adonde llegaron, en las dos 'ocasiones que internaron en este reino de Castilla (por su desgracia) en los años de 1706 y 1710.
ILLESCAS. - En la Villa de IIIescas, un Capitán con su compañía de los dichos soldados, fué al Convento de Religiosas franciscas, y habiendo amenazado diversas veces a la Abadesa, y otras religiosas con el rigor de la Guerra, sino abrian la puerta Reglar, la abrieron, y entró en la Clausura dicho Capitán, y registró diferentes cuar~ os del convento, diciendo iba a ver si habia caballos ocultos, violando y atropellando la Clausura.
UGENA.-En la Villa de Ugena, entraron dichas tropas, y saquearon todo el lugar, y con mazos de hierro, rompieron, y tuvieron ya abierta una puerta de la Iglesia Parroquial, la cual no pudieron saquear por defenderlo los vecinos, y porque habia despues otros canceles muy fuertes; usaron con las imagenes, y los Eclesiasticos en sus casas, las más crueles, y sacrilegas cosas indignas de referirse.
SESEÑA.-En la Villa de Seseña, entraron dichos Soldados, y saquearon mucha parte, rompieron la puerta de la Ermita de Nuestra Señora de la Concepcióll, robaron los Ornamentos, y alhajas de ella un Caliz y una Patena, que le vieron después escondido entre el estiercol a los pies de los caballos. Desnudaron, y arrastraron la .. Imagen de Nuestra Señora y llevaron sus vestidos. Intentaron robar otra Ermita y dieron de palos y manotadas a los Eclesiasticos, porque en cortesia quisieron defender sus casas del saqueo.
YUNCOS.-En la Villa de Yuncos los oficiales Ingleses que alli llegaban, decían publicamente, que para que eran clérigos, frailes, ni monjas, que mejor era casarse, y hacian que los ecIesiasticos les sirviesen primero que otros y se iban a alojar a sus casas.
NOTA.-En los demás lugares de este Arzobispado (en que no le justifican semejantes casos particulares) lo está plenamente haber cometido las comunes irreverencias y irrisiones de las Iglesias, y Imagenes, extracción, y saqueo de las alhajas del culto, y adorno de las Iglesias, y los bienes, granos y alhajas refugiados en ellas de los vecinos; como tambien el menospredo y malos tratos de las personas del Estado EcIesiastico¡ en la misma forma que va dicho en los Lugares del Obispado de Siguenza.
Pero con mucho exceso en los de dicho Arzobispado de Toledo, el haberse llevado los granos de los diezmos, por el medio en todos de la violencia y amenazas, pretestando en algunos, ordenes del Archiduque, con el nombre de su Rey Carlos 1II manifestando las por escrito en otros y despreciando la Censura con que se les procuraba detener, diciendo muchas veces que la Reina Ana les absolveria y otras proposiciones semejantes
.• Relacionado con estos sucesos, copiamos carta de Felipe V, fechada en Madrid en 18 de marzo de 1711. Está tomada del libro de Actas del Ayuntamiento de esta ciudad.
Dice así: «El miercoles 18 de marzo de 1711, hubo Ayuntamiento ordinario y entre otras cosas se vió lo siguiente: «Carta orden referente a que se haga una fiesta a Nuestro Señor Jesucristo, en desagravio~ suyos hechos en los templos por los enemigos..
-El Señor Corregidor puso a vista de la ciudad una carta que ha recibido de orden de Su Magestad que es como sigue:
Su Magestad, Dios le guarde, por su Real Decreto de siete de este mes, se ha servido decir que los beneficios que la liberal mano de Dios le ha concedido y a sus Reinos en los días 9 y 10 de diciembre próximo pasado son tan grandes y gloriosos, que como de memoria será celebre en los siglos futuros lo debe ser nuestro reconocimiento y que se oigan de ciertas expresiones que lo acrediten y siendo este motivo bien urgente por las consideraciones solas de gratitud humilde y agradecida que acompaña otras de superior obligación Como es la que del desagrado que ocasionaron las sacrilegas repetidas profanaciones con que los enemigos inculcaron los templos, despedazaron las Imagenes de los Santos, de María Santísima, de Jesucristo, Señor Nuestro y lo que más estimula a dolor y religiosa ivittación su mismo cuerpo sacramentado arrojado y puesto en precio y almoneda, queden recuerdos que en la conformidad posible soliciten en cultos religiosos los desagravios del mismo Jesucristo Señor Nuestro Sacramentado
Ya este fin ha resuelto S. M. que en todas las Ciudades, Villas y Lugares de estos sus reinos y Dominios se celebre todos los años el domingo inmediato al dia de la Concepción de María Santísima, una fiesta a los desagravios del Santisimo Sacramento, y en manifestación de Dolor y sentimiento de las injurias y ultrajes que le fueron hechos por la varvaridad de los enemigos y que esta fiesta se haga en la Iglesia principal de cada lugar, pattentte el· Santisimo Sacramento, con misa botiva del Santísimo Sacramento y Conmemoración de la Dominica y del misterío de la Concepción de Nuestra Señora y sermon del asunto y habiendose publicado en el Consejo, esta Real Orden, se ha mandado cumplir y que para su ejecución por lo que mira a esa Ciudad, Villas y lugares de su jurhdición, distrito y partido, se participe a V. S. como lo hago de su orden y que espera del celo y aplicación de V. S. dará a este fin todas las ordenes y providencias convenientes por lo que le toca contribuyendo a cuanto conduzca a que tenga efecto la Real intención de Su Magestad y del recibo de ésta me dará aviso para ponerlo.
Dios guarde a V. S. muchos años.
Madrid 18 de marzo de 1711. A. D.
Miguel Rubín.
Siglo XIX
En la primera mitad de esta centuria, encontramos un documento interesante que tiene carácter periodístico. Es el relato de lo ocurrido en Toledo durante la invasión francesa. Y su antor es fraile agustino con residencia en el convento de esta Orden, que estaba situado en el mismo lugar que hoy ocupa el Matadero Municipal. ~Apenas iba recobrando la España la representación politica que habia perdido en Europa en los ultimos reynados de la Casa de Austria y que no pudieron restablecer los primeros Reyes de la Casa de Borbón; cuando por muerte de Carlos III en 14 de diciembre de 1788, cuyo reinado, principalmente bajo el ministerio del Conde de florídablanca, se hizo respetar de las demás naciones; entró· a reinar su hijo Carlos IV. Principe de quien se habian concebido grandes esperanzas, porque se suponía que no olvidaría las justas y sabias instrucciones que era publico hab~rle dado su Augusto Padre.
Asi se pensaba: mas en los veinte años escasos que ha durado su reinado, ha llegado la Nación a tal extremo de decadencia que quizá no se hará creible a nuestros venideros. La Marina, compuesta de más de sesenta navios de linea, yde ellos doce de tres puentes y del numero competente de fragatas y embarcaciones menores, ha quedado reducida a unas reliquias miserables que no merecen el nombre de Marina. y sí se atiende a que los almacenes, astilleros y arsena!es estan desprovistos de os articulos más esenciales se formará concepto de que es ardua empresa el volverla a poner en un pié respetable. El Ejercito numeroso bien ordenado, bien vestido y bien pagado se redujo a unos pobres hombres sin orden, sin vestido y sin paga.
Las artes quedaron sin fomento y el comercio por consiguiente arruinado; y aunque algunos particulares se esmeraron en hacer expediciones mercantiles, era poco lo que podian adelantar sin el auxilio del ,v\inisterio. Las ciencias llegaron a tal abandono que ya no habia quien se atreviese a hablar, mucho menos a escribir y aun el pensar bien andaba tan escondido que llegó a temerse que se adivinasen los pensamientos, haciendo sufrir la pena. Las obras públicas por más utiles que fuesen para la comodidad, aseo y manutención de los pobres quedaron interrumpidas. Los Consejos y Tribunales, fuera del atraso de las pagas de sus sueldos, se vieron privados de la Libertad en sus respectivos Ministerios.
La Cámara de Castilla, se vió sin ejercicio en sus funciones, no atendiendo a sus consultas ydando por alto los empleos civiles y eclesiasticos, o por favor o por dinero. Las Oficinas antiguas quedaron trastornadas; y alguna como la tesoreria sin uso ninguno ya pretexto de reforma y economía se crearon muchas de nuevo con oficiales sin numero, la casa sola de consolidación de vale, en ,\\adrid tenia empleados quinientos hombres y por este repecto se puede hacer juicio del total de empleos en las Capitales de las provincias y cabezas de partido con sueldos exorbitantes.
El espiritu de recoger dinero llegó a tal punto cual se puede considerar por los articulos siguientes: venian las flotas de Indias y de ellas no se echaba de ver que circulase un cuarto; las Casas de Moneda de España no la cuñaban sino para un bolsillo particular; los impuestos exorbitantes de los cuales podemos decir que apenas se libertó el aire que respiramos, producían unas cantidades inmensas sin que de ellas se echase de ver efecto alguno, ni en la promoción de ciencias, ni el fomento de fabrica y artes, ni en la marina, ni en el ejercito, ni en las plazas, ni en ninguna otra cosa, porque todo prosiguió en el mayor abandono.
El Pueblo que forzosamente se habia de resentir de tan pesada carga, se admiraba y no calJaba; pero como los de mayores conocimientos, que penetraban la causa de nuestra infelicidad, se veian precisados a callar, porque al menor descuido les sobrevenia repentinamente el decreto de destierro; no llegaba el momento feliz en que descubierta la causa se pudiera poner remedio. .
La causa de tantos males es la siguiente: Carlos IV desde el instante en que empezó a reinar se dejó ver como un señor sin deliberaciones propias, y entregado su corazón al arbitrio ageno con la facilidad de creer las cosas no conforme eran sino segun se las querian pintar, vino a quedar como un automata. Su mujer Maria Luisa de Borbón de la rama de Parma era astuta, sagaz, altanera, dominante y caprichosa. Represados sus ímpetus en tiempos de Carlos I1I, no dió lugar a que depositasen su cadaver para empezar a dar ordenes de levantamientos de destierros y tomarse todas las facultades necesarias para cumplir sus reprimidos antojos.
Cayó en la miseria que no se advierte en las fiel as, porque se olvido de sus hijos (a excepción de alguno que pisaba con su carácter) y principalmente del Principe de Asturias D. Fernando, haciendo extraordinaria estimación de sus favoritos. Entre estos sobresalió un simple guardia de Corps llamado D. Manuel Godoy hijo de un hidalgo pobre, natural de Badajoz.
Aunque era un sujeto ignorante, supo valerse del favor para adelantar mucho en las ideas de la ambición y codicia. Como ~I pensamiento de los más discrt"ros era que la Reina no tenia más fin que hacer experiencia de hasta qué punto podia una señora de su clase elevar a un sujeto particular, no hubo honor ni empleo que no se le confiriese. Llegó hasta el punto de querer ser Regente del Reino por las indisposiciones de Carlos IllI con injuria del principe de Asturias.
Las maquinaciones que para esto se armaron se pueden conocer por los decretos de 30 de octubre y 5 de noviembre de 1807 con otros papeles adjuntos a este cuaderno. La codicia no tenia limites porque cuanto dinero se encontraba en cualquier parte se sacrificaba a ese ídolo prodigioso. No faltaba quien decía que la fortuna de Bonaparte la estaba sirviendo de comezon y ya no quería un particular, sino un soberano. Alejandro Bonaparte, natural de Córcega y de baja extracción ha tenido la infausta fortuna, por decirlo así, de tiranizar la Francia, bajo el nombre de Napoleón Emperador de los franceses.
Con sus artes ha perturbado la paz de toda la Europa' Trastornó el imperio de Alemania, quitó Reyes, creó nuevos reinos y se vió en Estado de emprender la formación de una dinastia general en toda Europa que no debería llamarse sino la NapoIeonica. Desembarazado Bonaparte de las guerras del Norte, y enterado muy bien del estado de las cosas de España. se propuso conquistarla jugando los medios que más le conviniese y para esto envió un ejercito de docientos mil hombres que empezó a • entrar por Irún en 23 de octubre de 1807.
La perfidia de Bonaparte respecto a Es- . paña es larga de referir, y en este sumario, basta remitir al lector al Manifiesto del Consejo, a la Exposición de lo ocurrido en Bayona escrita por el Secretario de Estado D. Pedro Zeballos; al Manifiesto imparcial de todo lo ocurrido en Aranjuez, Madrid y Bayona desde el día 17 de marzo hasta el día 15 de mayo de 1808; a la cantinela contra franceses escrita por D. Antonio Capmani y a otros muchos yexcelentes papeles que han descrito muy bien las intrigas, alevosias, engaños y rasgos imprudentes del tal Bonaparte.
Al punto que las tropas francesas se apoderaban con capa de amistad de Barcelona, Figueras, Pamplona, San Sebastián y de toda la orilla del Ebro, habia llegado a Somosierra Joaquin Murat, cuñado de Bonaparte y Gran Duque de Berg con un trozo de ejercito de sesenta mil hombres. Todo el mundo en vista de tales novedades estaba inquieto, mas se le procuraba callar asegurando que las miras de Bonaparte eran pacificas.
Y es cierto que si en paz hubiese podido conseguir apoderarse de España asi lo habria hecho, pero viendo por experiencia que los engañosos medios pacificas no llegarian a verificar su proyecto, trocó la idea y el motivo de trocarla fué Jo siguiente .• -Dia 21 de abril, hubo en Toledo un alboroto contra el Corregidor porque pau su gobierno se valía de sujetos que no eran de la aceptación del mismo pueblo y porque para el alojamiento de las Hopas francesas que estaban para venir queria echar sobre todos los vecinos una contribución muy pesada.
Allanaron cuatro casas y sus cuatro dueños incluso el Corregidor, se ocultaron y huyeron de Toledo á escondidas y la jurisdicción se entregó a un Abogado dicho D. Luis del Castillo. Con este motivo el día 22 y 23 hubo rondas de eclesiasticos por la Ciudad, para su tranquilidad y los franceses voleteros se marcharon a contar la novedad al General Dupont que mandaba en Aranjuez la vanguardia del Ejercito de Oironda que así se llamaba al que vino a España.'
«Los día,> 24 y 25 de abril calmaron algún tanto l,¡s prevenciones d~ aloj,lIl1ientos, mas el Dia 26 entró Dupont con 10.000 hornbrcs.,cn dos trozos: uno por la Puerta de Visagra, y otro por la de Alcantara. Venia como para entrar ;¡ viva fuerza, puesta en orden su infanteria caballería y artilleria, pensando encontrar resistencia y amenazando que a los mas podria perder su vanguardia, pero que e11 tal ClSO, Toledo quedaria destruido.
Todo quedó en amenazas, porque Toledo no hizo resistencia por no tenCf con que. En este convento se alojó la legión 4." y otros cuerpos hasta unos mil y doscientos hombres desde la escalera negra en que se hizo la división hasta lo ultimo hacia el rio. Las inquietudes que nos causaron, no obstante que hacer perseguian como amigos, fueron muchas. No he visto una gente, incluso la oficialidad, mas ignorante, mas sin crianza, mas atrevida e insultante, mas sin religión y mas sin moralidad en su porte, y aJ.nque algunos soldados alemanes y italianos de los traidos por fuerza conservaban pensamientos religiosos, tenian que esconderse para practicarlos.
La habitación que se les cedió, padeció mil destrozos, quemaron puertas y ventanas inutilizaron el pozo y los algibes, desenladrillaron varios trozos del claustro, rompieron tabiques, quebraron tenajas y vendi~ron los hierros que pudieron arrancar a menos precio como el carrillo del algibe que le dieron por dos reales. La manutención que se les daba o por la Ciudad, o por la Intendencia, era de pan, vino y carne y aunque por el abasto se les daba el carbón necesario, que aun les sobró al tiempo de marcharse, no por eso dejaron de quemar hasta los vanos de las escaleras.
Era comun dicho que importaba mas lo que desperdiciaban que lo que aprovechaban principalmente a la rica carne que se les daba, porque las ventanas estaban rodeadas de colgajos de carne mas negra que una pez. Diez y seis millones de reales importaron las cuentas de sus gastos, y eran tan excesivos en pedir a millonadas de cada cosa, como zapatos, camisas, paños que parecia que aquellos hombres intentaban que el pu.:blo se alborotase y se resintiese y con este pretexto saquear la Iglesia y la Ciudad. Los hospitales se hicieron un articulo de suma conjunción, principalmente de vinos generosos que en vez de gastarlos como debian, los aplicaban a sus banquetes.
Los Médicos franceses ignorantes, dejaban morir a montones a los soldados, y si no hubieran puesto los Hospitales al cuidado de los Médicos españoles, no hubiera sobrevivido un francés. Generalmente hablando: su porte en Toledo fué atrevido, insultante con desprecio, amenazador, provocativo y sin señal de haber tenido una mediana crianza. Esta es la nación que ha presumido de culta, loiendo por lo que se vió barbara y muy barbara.» cEI día 24 de -nayo, salió Dupont de Toledo con muchas tropas, encaminandose a la Andalucía por Despeffaperros; vinieron otros franceses a ToJedo con su general Vede! y el 18 de junio desocupó del todo a Toledo y se encaminó a sostener a Dupollt.
Por los mismos dias que Dupont, Vedel yel Cojo salieron para las Alldalucías, salio Moncay de Madrid, dirigí endose por Tarancon, Cuem::a, San Clemente, hacia Valencia. Merle y Ducos en Santander; Bezíer a Valladolid en busca del Ejercito de Cuesta. Las atrocidades que las tropas de cada uno cometieron en Cordoba, Jaen, Cuenca, Rioseco apenas se creerian de los barbar os. Los saqueos de Iglesias, profanaciones y sacrilegios no pueden explicarse sin horror y se presume que la multitud de judíos a quienes favorece Bonaparte y tiene entre sus ejercitl)s, es la que comete tan sacrilegos atentados aunque, como dicho es, tados son peores.
Entretanto se empezó a organizar un ejercito nuestro en Utrera y fué providencia de Dios que Dupont, se detuviese tanto tiempo en Toledo, dando lugar a que nuestras tropas se preparasen; sin embargo Dupont el Coj!? y Vedel se apoderaron de Dcspcñaperros señoreandose del territorio hasta cerca de Ecija y principalmente de Andujar en donde Dupont se hizo fuerte. El dja 21 de junio de 1809, llego una posta avisando que el tío Pepe, iba a venir a Toledo.> En la segunda mitad del siglo, la prensa toledana ofroco Ilumel'()SOS testimonios de vitalidad.
Aunque el espíritu informativo del periódico sólo enfoca to'- davía los asuntos de carácter trascendente u oficial, pesa sobre ellos la tradición de la5 crónicas guerreras y los partes ofioiosos . dictados por la adulación al poder real. La vida municipal es comentada con ardor. Los periódicos literarios y revistas son los preferidos pOI' el público. En casi todos ellos aparecen excelentes trabajos doctrinales sobre Historia, Ciencias, Literatura y Artes.
Con frecuencia se publican artículos divulgadores de asuntos agrícolas, en los que se refleja, además de una excelente preparación, un firme propó- sito de enseflanza. Numerosas composiciones líricas amenizan las páginas de semanarios y revistas. Se advierte la influencia del romanticismo. En la imposibilidad de recoger en estas líneas un juicio crítico de los múltiples peri6dicos y revistas publicados desde 1850 a 1900, nos limitaremos a glosar la obra realizada por los más destacados, resonando para el apéndice una relación sintética de todos los que hemos podido encontrar. y respondiendo a este propósito, empezamos refiriéndonos a El TaJo.
Cr6nica decenal de la provincia de Toledo. Su fundador es D. Antonio Martín Gamero. Public6se el primer número en 1866_ Preferimos intentar la silueta de toledano tan ilustre con palabras suyas, tomadas del prólogo de la 4:Historia de Toledo-, cuya lectura meditada es indispensable para conocer documentalmente nuestro pasado local. Refiriélldose al siglo que nos ocupa, escribe el siguiente jui· cio, que pone de relieve su ponderaci6n intelectual, .. el siglo que atravesamos pertenece cuando más al folleto, no al libro; en él impera la polémica ardiente, no la discusi6n razonada; el periodismo y la novela, no la historia y las cienciasexactas~.
En las frases tral1critas, queda definido su amol' nI estudio sistematizado, metodizado, puesto nI servicio predilecto de investigaciones históricas y anecdúticas de positivo interés.
Con su labor en fU Tajo enalteció considerablemente la prensa toledana, Antes de fundar dicha <crónica. en 1857, dió a conocer sus excelentes dotes de erudito ameno y pulcro escritor en su obra«Los cigarrales de Toledo~, en cuyas páginas evoca, con gran acierto, la vida intensa y regalada que en el siglo VXII discurría en aquellos parajes deliciosos, que pertenecieron a nobles, poetas y artistas de gran renombre. Es un libro amenísimo, que debe figurar en la biblioteca de todos los toledanos amantes de nuestro arte y tradición.
También su Historia de Toledo-, publicada en 1862, contribuyó eficazmente a robustecer su personnlidad literaria. Es un positivo testimonio de g¡'an erudición y sana crítica, como asimismo revela su talento periodístico, recogiendo numerosas e interesantes noticias. El gran Menéndez Pelayo calificó de -docto. a nuestro paisano.
Martín Gamero, notable jurisconsulto, que simultaneó la ciencia del Derecho con sus aptitudes y aficiones literarias, fué acendrado amante de la patria chica, y según alguno de sus biógrafos, el abrumador trabajo que desarrolló su gran actividad, pudo contribuir a su muerte.
Aunque tardíamente, recibió póstumos honores de la ciudad que le vió nacer, pero con el carácter precario que siempre honró a sus hijos más ilustres.
En 1878 vió la luz pública El Ateneo, revista semanal, órgano de las conferencias científico literarias. A su director, D. Enrique Solás Crespo, de ágil y chispeante ingenio, le encontraremos en otros periódicos del siglo XIX y alguno del xx. Tuvo El Ateneo vida efímera merced a una caprichosa disposición gubernativa, convirtiéndose en El Nuevo Ateneo, en 1879. que dirigió D. Federico Latorre y Rodrigo, temperamento artÍstito que cultivó con acierto la pintura y el periodismo.
Más tarde le sustituyó en la dirección el catedrático y abogado del Instituto de segunda Enseñanza, D. Saturnino ~fiIego, que durante bastantes años descolló entre los hombres de letras como uno de los más significados y de más autoridad.
El Nu€vo Ateneo gozó de larga vida en relación con la mayoría de sus predecesores. En noviembre de 1885 seguía publicándose. El Duende hace su aparición el 2 de julio de 1882.
El director, D. José García Plaza, escribe UD editorial en el primer número, criticando acerbamente la subida del pan a 52 céntimos kilo. Con motivo del estudio comparativo que hace entre el tempera mento inglés y español, saca pintorescas consecuencias, que deduce de sus interrogaciones a modo de premisas. Qué es lo que hace encarecer el trigo en España?
-pregunta- El miedo. ¿Y quién tiene miedo?
En España todo el mundo tiene miedo. El autor atribuye este sentimiento a nuestro temperamento meridional, que ve las cosas a Sil través, atribuyéndolas exageradas proporciones que no tienen. Artículo que parece escrito hoy. ¿Qué comentarios hubiese hecho este periodista contemplando. el presente panorama social? Cuando menos, hubiese añadido el adjetivo insuperable. En sus páginas se encuentran trabajos de erudición de positivo valor, que suscriben firmas de gran renombre en el mundo de las letras.
Sólo mencionaremos algunas de ellas, porque tenemos el deber de ser concisos, ya que no podemos ofrecer otros méritos. D. Rodrigo Amador de los Ríos, Ramón de Campoamor, José Echegaray, Antonio Fernández Grilo, José Ramón Mélida, Gaspar Núñez de Arce, Vizconde de Palazuelos, Miguel Moya, Pérez Zúñiga, A bd6n de Paz, Dr. Thebussen, Valbuena, y entre los locales los que ya estaban consagl'ados.
En 1890 se hace el primer intento de diario, de acuerdo con La Correspondencia de España, que enviaba UDa hoja en blanco.
Escribían este suplemento de carácter local D. Julio González Hernández, que durante años dirigió El Día de 1oledo, y don Feliciano Catalán. Fracasó el primer diario, que apenas vivió un mes con el nombre de Correspondencia de Toledo. Fundado por Navarro Ledesma y Manuel Rubio Borrás, surgo en 1892 El Beraldo de Toledo; también tiene vida efímera. Apenas duró un trimestre. En aquellas páginas se revela el ingenio de nuestro ilustre paisano, que se trasladó a :Yladrid para formar parte de la redacción de El Globo. Poco después se consagraba como escdtor culto, de castizú estilo y fino humorismo, que en Gedeón escribió páginas de un tono festivo que logró el favor del público, haciendo la primera revista en su género.
No es este momento el oportuno para glosar la obra del gran esoritor toledano, que, como crítico literar'io rué una autoridad de su época, y como :mentista, dejó en Los !.tunes del imparcial, una coleoción de trabajos que son modo lo de tan importante género literario. Contribuyó a su muerte prematura una labor periodística agotadora, desarrollada en A B e y Blanco y Negro, cIue simulo taneó en una intensa oolaboración en las más destacadas rC\'Ístas de EspaI1a e Hispanoamérica. En la imposibilidad de hacer ni una ligera impresión de los numerosos periódicos y revistas publicadas en los años postreros. sin dar a este modesto trabajo abrumadora extensión, nos limitaremos a mencionar algunos, muy pocos, de los que vieron la luz pública en esta ciudad.
En 1897 aparece El Día de Toledo, continuación del Diario de Toledo, y del que fué director D. Julio González Hernández, a quien todos hemos conocido, y que fué un modelo de periodistas de reconocida probidad y gran amor a nuestras cosas locales. Había en este semanario una sección dedicada a ~Toledanos ilustres., a cargo del numerario de la Real Academia de la Historia, D. Jerónimo Bécker, de reconoeida cultura y gran devoción por nuestras glorias históricas. También figuraba ent¡'e los redactores D. Rómulo Muro, que murió siendo redactor del diario ABe. Fué poeta festivo de graciosa musa y estilo fácil, que durante muchos al10s cOll\'jvió con nosotros.
En septiembre de 1898 apareció La Aurora, diario indepen. diente de pequeñas dimensiones. Se publicaba con censura eclesiástica. En su sección, titulada ttRifirrafe., en verso, se publicaban comentarios como et siguiente: Nuestro mejor novelista dicen que es Pérez Daldóa; Va/era el mejor prosista pues yo me lo hago en los dos. El autor de esta arbitrariedad pintoresca aún vive entre nosotros, siendo de todos üonocida la prodigalidad satírica de su ingenio. Bajo los efectos de nuestra hecatombe en Cuba, se muestra el periódico pesimista y dolorido, reflejando fielmente el amhient.e psicológico del país en aquellos momentos históricos.
Periódicos políticos
Solamente poseemos escasos datos acerca de estas manifestaciones de la prensa toledana en la segunda mitad del siglo XIX. Todos nuestros esfuerzos de investigación, encaminados a co·nseguir algunos ejemplares de los desaparecidos periódicos, han sido inútiles. Gran contrariedad nos ha producido el no encontrar uno solo en que pudiésemos estudiar el ambiente local. Y hubiese sido muy interesante un estudio comparativo entre los periódicos revolucionarios publicados durante la primera República española, y los· que hoy ven la luz pública, que por estar al alcance de todos, renunciamos a mencionar.
Por ser dos momentos históricos de gran interés para nuestra patria, es innegable que el tema es altamente sugestivo. Contentémonos, pues, con mencionar algunos de ellos:
1862.-El Porvenir de Toledo.
1868.-EI Faro Toledano.
1868. - Adelante. Crónica revolucionaria.
1870.-EI Comunem de Castilla. Republicano federal.
1870.-EI Faro Carlista. Periódico católico monárquico.
1870.- El Para-rayos. Periódico democrático tradicionalista.-
1871.-Sancho Panza, dirigido por D. Francisco Pérez, de filiación izquierdista.
1873.-Boletín republicano revolucionario de la provincia de Toledo.
1873.-EI Federal Toledano.
1873. --: El Cantón Toledano. Republicano federal.
1873.-La Cueva de Marat.
Lo que sí podemos afirmar, a pesar de lo precaria que ha sido nuestra información en este aspecto, es que casi todos ellos tuvieron una vida efímera y de gran estrechez económica. La prensa toledana, aun la que vió la luz en el siglo xx. se desenvuelve siempre con penuria, confirmándose que nuestra vida local no pudo permitir que sus órganos periodísticos viviesen con holgura decorosa.
Periódicos pseudopolíticos
Con arbitraria irregularidad, como los meteoros turban Inpaz sideral, acuciados por apetencias a ras de tierra, los semanarios pseudopolíticos irrumpían en el remanso de nuestra vida provinciana en vísperas del período electoral, con literatura mas o menos pulcra, inspirada en destacar merecimientos imaginarios de hombres anónimos, lanzados por el «cunorismo >, m¡¡t:'jz fecunda en arrivistas, quo sobre el pedestal de una representación en Cortes, atendían a su medro personal, o al de sus familiares .....¡Causa pena recordar, leyendo algunos de éstos, cuyos nombres omitiremos, el menosprecio de los intereses locales! Con algunos desaprensivos compinches de la misma laya que el <futuro diputado~, o del efectivo representante en Cortes, y algún asalariado" que cotízaba su pluma por algo menos de lo que hoy cobra de jornal un peón de albañil, se montaba el tinglado periodístico con motivo de una campaña electorera, o como justificante de una injustificable conducta de muchos diputados nuestros, que solo aspiraban a los emolumentos de ciertas comisiones con dietas.
Claro es, que los frutos de tan menguadas empresas no podían ·ser más precarios. Como no tenían otro objetivo que prestar relieve a las mediocridades cuneras., el número de lectores era muy reducido; la clientela política que aspiraba a lograr del jefe algún «empleo. de seis mil reales por la no asistencia a una oficina del Estado. En la mente de todos está el vergonzoso espectáculo que seguía a una crisis política en los tiempos del famoso turno liberal-conservador" provocando una verdadera revoluci6n de pucheros «Boca abajo» los vencidos ..... en espera de un viceversa .
. Los consabidos semanarios también servían simultáneamente, para satisfacer esas menudas represalias incubadas en las turbias pensioncillas provincianas, que a veces ponen de relieve descuidosen la buena crianza. No es frecuente encontrar en ellos el planteamiento de problemas locales, cuyas soluciones pudieran iniciar una conducta beneficiosa para la ciudad.
La cuestión política, en estos esbozos de periódicos, toma el aspecto de cotorreo ter-tuliano, como continuación de aquellas agrupaciones políticas afines que devoraban las horas de nuestro casino en un ambiente de tedio y de frivolidad.&version;
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