El periodismo ni se crea ni se destruye, se transforma

Un buen periodista siempre tiene que ser siervo de la verdad. Nunca me he considerado de esos, pero bueno. A pesar de haber tenido varios meses para preparar esta charla, no se me ha ocurrido nada lo suficientemente interesante como para contar. Dejé la facultad hace dos veranos y desde entonces me he dedicado a experimentar y probar. Últimamente estoy en una nueva aventura que os contaré más adelante.

Desde que lo conocí he sido fan del método socrático. Así que me gustaría llevarlo a cabo hoy con todos vosotros. Muchos profesores dicen que aprenden de sus alumnos, yo nunca lo he vivido, pero me gustaría empezar ahora.

Traía una serie de links y cosas para contextualizar lo que voy a hacer y decir. Creo que no son necesarios, pero si os interesan los colgaré. Hay muchos ejemplos de nuevas ideas de Periodismo que se llevan a cabo en tiempos de crisis. Muchos los conocemos, otros tienen por delante la dura tarea de conseguir visibilidad y recursos.

Es relativamente sencillo, o al menos lo parece, abrir un medio exitoso bajo el amparo de una marca de renombre. Esas marcas son distintas: miembros de periódicos que han cerrado, antiguas ‘estrellas’ (y lo digo con comillas) del periodismo… Lo complicado es conseguir visibilidad con proyectos anónimos. Algunos logran esa hazaña, pero lleva más trabajo hacerlo de esa manera. También tiene más mérito.

Creo que lleváis dos días hablando de la situación del Periodismo y ya sabemos que no está nada bien. Tomemos esta hora como un tiempo para realizar una pequeña terapia de grupo y enchufarlos de dinamismo, ilusión e ideas, que falta nos hace.