Os invito a ejercer un ejercicio de análisis periodístico y a desmantelar públicamente una mentira. Es algo que, además de sano para la democracia, seguramente nos divertirá como pocos espectáculos son capaces de hacerlo.
El ejercicio en cuestión es comparar una información emitida en nota de prensa por la agencia Europa Press y la comparación con su publicación en el diario ABC de Sevilla.
Ésta es la nota de prensa original y ésta su reproducción –nunca mejor dicho– en el periódico sevillano.
Si hacéis una comparación exhaustiva no tardaréis en descubrir que no varían un ápice, es decir, es un ejercicio clamoroso de “corta y pega” que luego se vende como periodismo de calidad.
Eso sí, su mala leche no hay quien se la quite, porque en lo único que varía la publicación del ABC del original es, aparte del lugar donde colocan unas comillas sin importancia, es en las negritas, que se utilizan para enfatizar aquello que más interesa a la línea editorial del periódico.
Curiosamente, las negrillas se colocan sobre la privatización, las pérdidas de la empresa y los supuestos sueldos de los empleados, según Guillermo Gutiérrez.
Es en este último apartado donde radica la mentira que se intenta colar al lector al precio que sea.
Según este pinocho llamado Guillermo Gutiérrez los empleados de Tussam cobran entre los 33.000 y los 44.000 euros anuales. No se molesta en decir que el gerente, por ejemplo, cobra 140.000 euros anuales por hacer lo poco que hace tan mal que nadie sería capaz de superarlo.
Pero es que además miente, porque yo, por ejemplo, que llevo 30 años en esta empresa no llego ni de lejos a dicha cantidad. Y como muestra un botón. Como no tengo nada que ocultar y estos datos están, como manda la ley, en la Administración de la Hacienda Pública, hago pública aquí el Certificado de Retenciones e Ingresos a cuenta del IRPF correspondiente al ejercicio 2009 facilitado por la propia empresa para hacer mi declaración de la renta correspondiente.
Se puede ver con toda claridad que durante el año pasado, y con 30 años de antigüedad que es el máximo alcanzable, mis retribuciones en bruto no llegan los 30.000 euros.
Por lo que creo que estoy en condiciones de poder afirmar que este señor es un mentiroso compulsivo o que la empresa donde trabajo me ha robado como mínimo 3.000 euros sólo el año pasado.
Con lo poco que cuesta encontrar a un empleado de Tussam y preguntarle cuánto gana al año para contrastar la información antes de dar una mentira oficial por sentado. Así está el periodismo y así la política, cuando se permite que mentirosos como Gutiérrez anden a su antojo disparando barbaridades y mentiras en los medios con total impunidad.