Revista Libros

El perro que comía silencio

Publicado el 15 junio 2011 por Santosdominguez @LecturaLectores
El perro que comía silencio
Isabel Mellado.
El perro que comía silencio.
Páginas de Espuma. Madrid, 2011.
Del primer cuento – El perro que comía silencio- toma su llamativo título este volumen de relatos de Isabel Mellado que publica Páginas de Espuma. No es la única sorpresa de un libro pródigo en ellas: la presentación de la realidad desde perspectivas inusuales que abordan lo cotidiano con la mirada de los animales o los objetos, la experimentación verbal, el hecho de que sea el primer libro de la autora, violinista y chilena…
El asombro que provocan muchas de las páginas del libro es la consecuencia del asombro previo de la autora de estos relatos organizados en tres partes -Mi primera muerte, La música y el resto y Huesos- de distinta temática y tonalidad, incluso de distinto rango genérico, porque aquí conviven el relato breve con el microrrelato y el aforismo con la greguería en una celebración lúdica del lenguaje que culmina en las páginas de Huesos, la tercera parte del volumen.
Hablaba más arriba de la perspectiva narrativa y del asombro, de una mirada sin prejuicios, por encima de la lógica cotidiana. Pongo ahora unos ejemplos de lo que se puede encontrar el lector de estos cuentos: los recuerdos de un perro zurdo; un espejo furioso que no funciona los domingos; las reflexiones de la Gioconda, que ve el mundo desde la eternidad del cuadro de 77 x 53 en una habitación de doscientos metros cuadrados; un triángulo ateo; diálogos de colores y formas; una mujer que se enamora de un pez y se lo lleva a un hotel para acabar descubriendo que no es virgen; un ombligo políglota y prófugo; el duermevela de un insomne; la nota larga de un violinista minimalista; el domingo de una pianista narrado por su gato; el despertar de un chelo; un hibisco crecido con el arte de la fuga de Bach; un jazzista cornudo…
Argumentos y situaciones inusuales, claro, pero que a través de la literatura y de la capacidad narrativa de su autora sumergen al lector en una realidad que tiene sus propias claves y su lógica autónoma.
Como la música.
Santos Domínguez

Volver a la Portada de Logo Paperblog