Camaradas,
El personal de la Embajada Finlandesa de Moscú ha llegado hoy finalmente a casa después de salir de Moscú el pasado 26 de junio y pasarse entre el 8 de julio y el 31 de agosto retenidos en el interior de vagones de ferrocarril en la estación de Leninakan cerca de la frontera turca.
El Embajador Paasikivi (con gafas) en 1939, junto al tren que lo llevaría a Moscú a negociar los términos del Tratado que pondría fin a la Guerra de Invierno.
Al frente de la delegación diplomática recién llegada se encuentra Paavo Hynninen, Embajador titular de Finlandia en Moscú desde la pasada primavera después de la dimisión de Juho Paasikivi, quien dejó el cargo por motivos personales sin ser consciente de la guerra que estaba a punto de llegar. El trayecto que Hynninen y su cuerpo diplomático han debido realizar ha adquirido la categoría de odisea.
En efecto, media hora después de que Finlandia declarase oficialmente el estado de guerra con la Unión Soviética el 26 de junio de 1941, las autoridades soviéticas cerraron por fuera la puerta de la Embajada Finlandesa, requisando las armas de los guardias. Esa misma tarde, el personal de la Embajada fue informado de que serían evacuados al cabo de una hora. Se les permitió llevar consigo todo lo que pudieran transportar en dos maletas.
Soldados finlandeses posan junto a una locomotora soviética capturada similar a la que ha transportado a la delegación diplomática finlandesa hasta Turquía.
Llevados de mala manera hasta la estación de ferrocarril, el personal de la Embajada Finlandesa fue "acomodado" en vagones de ganado y el mismo 26 de junio partieron con rumbo sur, hacia la frontera turca. Un largo y fatigoso viaje les llevó a alcanzar el 8 de julio la estación de Leninakan, cerca de Turquía. Pero el tren no siguió adelante, y hasta el 31 de agosto permanecieron retenidos en el interior de los vagones. El Embajador de Dinamarca tuvo la oportunidad de visitar a la delegación escandinava a finales de mes de julio y pudo constatar que “la situación es muy dolorosa tanto física como psicológicamente para Hynninen y su personal.”
Finalmente, las autoridades soviéticas finalmente les permitieron emprender la marcha. El viaje continuó a través de Ankara, Beogrado, Viena y Berlín hasta Lybeck, donde tomaron un barco que los ha llevado a Turku, finalizando así su odisea.
Es lebe Finnland!