El Pescao: “el Cigala tiene de flamenco lo que yo de guapo”

Foto Archivo de Ruta 42

Lleva toda la vida cantando flamenco. Enrique Lozano el cantaor nacido en Palencia, “de tierra a dentro”, como a él le gusta decir, y como reza el título de su único disco, demuestra sin cantar que es una biblioteca viva de flamenco. Pocos como él, dominan el cante jondo. Verle interpretar más de diez palos diferentes en un solo concierto, es algo que pocos pueden igualar.

Pese a ser ya sexagenario, el Pescao mantiene la vitalidad y el arrojo que él mismo describe cuando canta a su admirado torero José Tomás. Su sangre destila flamenco, sabe que es un arte difícil de vender “por su pureza” y por ello, por el profundo respeto que le merece, no muestra condescendencia con quienes pretenden enriquecerse a costa del flamenco. Como él mismo se define, es traslúcido, como el agua.

¿Por qué el flamenco, que se usa como imagen de España, cuesta tanto venderlo?

Bueno, esto funciona así. Hay programas de radio, y otros medios, donde las discográficas les dicen lo que tienen poner. Las casa discográficas, valga o no valga, deciden quién vende o no. Por ejemplo, ahora el que sale y vende es el Barrio, y no tiene nada que ver con el flamenco, o Estopa. Eso es lo que se está vendiendo. Y bueno, si la gente les quiere escuchar…  Salvo a algunos que quieren ver más allá de sus narices y se aventuran a venir a ver a este gitano cantar flamenco. Yo canto por derecho.

Esa expresión “cantar por derecho” ¿qué quiere decir? ¿Qué expresas con ella?

Cantar por derecho es cantar como cantan los gitanos.  Cantar por seguiriyas, soleá, malagueña, martinete… Y todas esas cosas que se llaman flamenco. Además con buen mensaje, no vamos a hablar de las cosas que pasaban hace cien años. Yo por ejemplo, hablo de las cosas que se están hablando hoy. Metiéndolas en esos cantes, los cantes puros. Y que se me entienda, que como castellano que soy, se me entienda.  El que quiere ver flamenco viene a verme.

Tus canciones suelen tener mucho contenido, con varios sentidos

Sí, como me gusta decir, son letras tirando a dar. No me callo en absoluto. Tal vez por eso trabajo poco. Es como si pensaran: a ese [se refiere a él] dejadle a un lado, que de vez en cuando nos descalabra.

Recuerdo verte cantar en Palencia sobre la Guardia Civil

De la Guardia Civil se pueden decir tantas cosas que es mejor ni contarlas. [Risas]

Tú que no tienes reparos en incluir otras músicas al flamenco ¿sería descabellado pensar en crear un nuevo palo flamenco en el siglo XXI?

No… A ver, innovar en el flamenco, sí. Cantar una seguiriya con diferentes matices, sí se puede, pero dentro de los tiempos. Pero crear un nuevo palo, no. Yo suelo meter nueva música al flamenco, eso quiere decir que el flamenco está vivo. Pero como te digo, con cuidado de mantener los tiempos; los palos están ya marcados.  Aun así, sí que se le pueden dar nuevo matices, y eso lo hace la gente que de verdad lo siente. En mi caso, en mis conciertos nunca sueno igual. Yo un día puedo meter una letra de fandango en una malagueña.

Tengo entendido que has hecho algo con el blues, ¿es posible hacer un flamenco blues?

Sí, sí se puede. Pero haciendo música porque hay gente que hacen ruido, que chillan. Una cosa es un grito, un grito de dolor, de coraje, de rabia, de disgusto… Pero un chillido, no sé, un graznido lo da un animal cuando le golpean. Sin embargo un grito de dolor lo puedes dar en cualquier momento, y eso es lo que yo puedo hacer.

¿Por qué crees que al final el flamenco ha quedado como la música icónica de España?

No te creas. Esa idea es más de la España profunda. Ahora eso está cambiando, ahora se vende música que nada tiene de flamenco, pero lo venden como tal. Hay uno que le llaman el Cigala, ese señor tiene de flamenco lo que yo de guapo.

Pero si cantantes tan conocidos como el Cigala triunfan, sin cantar, como dices, flamenco ¿de quién es la culpa?

De la gente que no sabe lo que compra y lo que escucha. Se comen lo que les dan las casas discográficas y las multinacionales         

Eduardo R. Salgado

Estudiante en 4º de Periodismo de la Universidad de Valladolid. Colaborador en el programa radiofónico: La Milana Bonita. Sección (bandas de libros).