La situación en Libia no termina de aclararse y el precio del petróleo continúa su escalada espoleado por la confusión. De momento, el precio del barril Brent ya está en máximos de dos y medio. La cotización ya toca los 114 puntos, niveles que no se veían desde el 9 de septiembre de 2008.
Tradicionalmente, el petróleo siempre ha sido un bien caracterizado por la alta volatilidad de su precio. Las grandes reservas de crudo yacen en una zona de gran inestabilidad política. Una inestabilidad que las potencias del primer mundo están empezando a pagar, y a unos precios cada vez más elevados. Hoy la cotización del barril toca los 114 dólares, un nivel que no se veía desde el 9 de septiembre de 2008. Dos ańos y medio en los que el petróleo llegó a cotizar a 54 dólares. Cifras que, tras seis jornadas consecutivas de escalada, hoy parecen un sueńo.
El pasado 7 de diciembre, Mohamed Bouazizi, un joven de 26 ańos, vendedor de frutas y verduras, se prendió fuego públicamente en Túnez. La carestía de los alimentos le había situado en una posición límite. La mecha de la revuelta popular que hoy vive el mundo islámico había prendido. El brent cotizaba a 91,86 dólares. Era el punto de partido de la escalada.
Tras semanas de protestas, el primer ministro tunecino Ben Alí cede a las presiones y opta por el exilio . A pesar de las inexistentes reservas de crudo del país, el miedo a que la revolución llegue a países productores de petróleo provoca una escalada en el precio. Es 14 de enero y los 98 dólares ya son una realidad. Una cifra que desde luego no será ni mucho menos definitiva.
Llega el turno de Egipto. Los 30 ańos de Mubarak en el poder han llegado a su fin. El rais no puede contener las protestas que exigen su dimisión en la cariota plaza de la liberación. El 20 de febrero el dirigente árabe anuncia, por boca de su vicepresidente, su dimisión. La cotización del petróleo también lo celebra. Nuevo récord: se rebasan los 100 dólares.
Tras casi dos meses de manifestaciones y exigencias democráticas en los países vecinos, los ciudadanos libios se echan a las calles. La revuelta llega a un estado productor de crudo. El 1,6 millones de barriles que bombea el régimen de Muamar al Gadafi están en peligro. El dictador no acepta su salida y amenaza con una guerra civil. Primero 102, luego 105 y ahora 114 dólares. Una escalada imprevisible que nadie sabe cuando terminará y que el bolsillo de los conductores del primer mundo continúa pagando.
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