El PIB y Forbes

Estamos ante una de las crisis económica más duras de los últimos 80 años. Ni la del 29 tuvo tantas repercusiones. Crisis que afecta, aunque de manera desigual a todos los países.
Ya sabemos que España es de los países más castigados. Ayer mismo la OCDE dictaminó que España e Irlanda son los dos países de la zona euro que van a ver su Producto Interior Bruto más mermado.
Si la merma de crecimiento en los países más desarrollados está en 3,1 puntos, en el caso de España esa merma será, siempre a decir de la OCDE, de 10,6 puntos.
Mientras todo esto ocurre y los ciudadanos de a pie vamos digiriendo las reformas estructurales que recomiendan organismos internacionales, modelo OCDE, FMI, y cuantas siglas a ustedes se les ocurra, propuestas que ya entenderán ustedes pasan, sí o sí, por el sacrificio de los trabajadores... sí, mientras todo ello pasa, me quedo estupefacta leyendo el último informe, recientemente publicado por la revista Forbes que afirma que el número de milmillonarios, es decir aquellos seres que tienen en su haber un patrimonio mínimo de diez cifras, ha pasado de 793 en 2009, a 1011 en 2010.
También señala el informe que los que ya eran ricos, ahora lo son mucho más y muchos de los que desaparecieron de la lista en 2009, porque sufrieron, pobres de ellos, la crisis brutal, han reaparecido en la lista 2010 con toda su fuerza.
¿Qué les parece? Bueno, sigo.
Los 10 más ricos riquísimos del mundo mundial tienen una fortuna conjunta de 342.ooo millones de dólares. Solo entre 10. Cifra que es una cuarta parte de lo que producen todos los españoles en todo un año.
Estos seres milmillonarios se han recuperado y han incrementado sensiblemente ya sus ganancias. Muchas de esas fortunas proceden de la construcción, lo cual como ustedes pueden imaginar nos sugiere una retahila de comentarios asociados, verdad? Sin embargo, la crisis ecónomica está lejos de ver su final y las colas de parados tampoco ven su final.
Se que ustedes me dirán que ya sabemos los desequilibrios que existen, pero sinceramente, apeteciome deshogarme. De pronto pensé "qué haría yo si me faltara un plato de lentejas para mí y para mí familia". No me lo pregunten porque mi contestación es rotunda y sin ambages. Sería políticamente incorrecta y seguramente ilegal, a decir de las normas que la sociedad de la opulencia nos hemos venido dando, normas dictadas por los estómagos calientes.
Todo esto me ha sucedido leyendo los datos de la revista Forbes. Reconózcanme que la lectura a veces da mucho de sí, no es cierto?
¡Que tengan un buen día!