(III.4.2) SIMBOLOGÍA TERAMÓRFICA.
Los pobres, a menudo, andaban descalzos, mientras que otros usaban sandalias sencillas. La suela era hecha de cuero, igual a la forma del pie. Era atada al pie por medio de una correa larga que pasaba por la suela, entre el dedo grande y el segundo dedo, y amarrado alrededor del tobillo. (Ronnie Simpson).
Como signo de vinculación a la tierra, las sandalias ejercen un papel en diversos actos jurídicos. Como el pie, también la sandalia se convierte en símbolo de propiedad y de poder. El que está " bajo la sandalia" de otro, es dominado por él.
En inscripciones hititas, la sandalia aparece como elemento determinante del dios. Junto al bastón del heraldo y al sombrero de viaje, las sandalias aladas pertenecen a los atributos permanentes de Hermes, el mensajero griego de los dioses.
La fecundidad de la madre tierra se transmite al cuerpo a través de la sandalia. La sandalia misma se convierte en símbolo de la fecundidad, no sólo en las costumbres nupciales de Oriente y en los cuentos (Cenicienta), sino también en la creencia etrusca en la resurrección. Así ha de interpretarse las sandalias de madera, arcilla o de metal, encontradas en las tumbas. El antiguo simbolismo de la fecundidad se manifiesta todavía en la costumbre de poner los zapatos ante la puerta el día de San Nicolás para que lo llene de nueces, pasteles y manzanas o en la noche de los Reyes Magos
El llevar sandalias era una prerrogativa de los hombres libres; los prisioneros de guerra y los esclavos tenían que andar descalzos (Isaías 20,2,4).
Como acto jurídico, el quitarse las sandalias podía significar la renuncia a la libre voluntad y al ejercicio de un derecho. Boaz compró a Ruth y su herencia cuando el hombre que era el primero con derecho a la compra, renunció a ella; entonces se quitó la sandalia y se la dio a Boaz como testimonio del trato ( Rut 4, 6ss). Cuando uno se negaba al matrimonio de levirato, la viuda rechazada debía "quitarle una sandalia del pie" a su cuñado y decirle: "Esto es lo que se hace con un hombre que no edifica la casa de su hermano. Y en Israel le pondrán por mote la casa del Sinsandalias" (Deuteronomio 25, 9s).
La sandalia es símbolo de la toma de posesión e incluso del acto de someter a otros al dominio propio. Cuando el Señor pone su sandalia sobre Edom ( Salmo 60,10), significa que hace esclavo a ese país.
En la casa, de ordinario se quitaban las sandalias; esta acción la realizaban los servidores o los esclavos. Juan Bautista habla en su humildad del que viene detrás de él y bautizará con el Espíritu Santo: "Yo no merezco ni agacharme para desatarle la correa de las sandalias" ( Marcos 1,7; Juan 1,27). Cuando vuelve el hijo pródigo, su padre manda a los criados que le saquen el mejor traje y le pongan sandalias en los pies ( Lucas 15,22); con ello, el hijo es restablecido en sus antiguos derechos.
Sección para "Curiosón" del grupo "Salud y Románico".