Revista Cultura y Ocio

El Piso Mil

Publicado el 19 diciembre 2016 por Plausible @plausibleblog
El Piso Mil
Año 2118. Una súper torre de 1000 plantas se alza sobre el skyline de Nueva York. Es una sociedad en sí misma, en la que las plantas superiores están habitadas por familias inmensamente ricas, mientras que en las inferiores subsisten las clases más bajas.
La caída de una chica desde lo más alto amenazará con sacar a la luz los secretos de sus habitantes: mentiras, excesos, traición, amores prohibidos... que harán temblar los mismos cimientos de la torre.
Entre el lujo sofisticado y la tecnología más avanzada, un grupo de jóvenes tendrá que encontrar su lugar en lo más alto.
Sobrevivir en la cima del mundo tiene un precio que no todos están dispuestos a pagar.
Gracias a @SomosBestYa y a Riverside Agency por el ejemplar.
El Piso Mil nos trae una versión futurista y llena de tecnología de las sociedades contemporáneas: la historia se sitúa en una torre de mil pisos en Nueva York, en donde cuanto más cerca del piso estás, más pobre sos y menos relevancia social tiene tu persona. Así, fija. Y nosotros tenemos a varios personajes (Avery, Atlas, Leda, Eris, Cord, Rylin, Watt, Mariel, etcétera) de pisos muy diferentes (yendo del 1000 al 32 y todo lo que hay en el medio, más o menos) con sus problemas, más o menos graves... hasta que una chica cae del piso mil de la torre. Y nosotros no sabemos quién es ni cómo cayó.
El Piso Mil es un libro raro, como para empezar la reseña con un titular. Te da una sensación de ansiedad constante, como si vos también estuvieras dentro de ese universo de lujos, pobreza, realidades y mentiras. Tiene buena construcción de ambiente, y quizás es demasiado bueno, porque no lo terminé disfrutando del todo. Como dije, da ansiedad. Y yo me sentí ansiosa toda la novela, casi rozando el pánico. No me sentí bien leyéndola, me metí demasiado en la vida de los personajes y eso no me gustó; ojo, que está buenísimo, porque creo que es algo que desde hace años no me pasa... pero me hizo sentir mucha soledad y desesperación, como si fuera yo la que, al final, no tuviera nada a excepción de muchos secretos. Momento para empezar ir al psicólogo, ya sé (?).
Por esto mismo me hizo acordar muchísimo a Éramos Mentirosos, en cierto punto. Los diferentes personajes, la mezcla de las historias, las mentiras que se entrelazan entre ellas para que el lector por un lado se meta de lleno en la historia, pero que por otro hacen que uno no termine de saber qué de todo aquello que nos cuentan es como realmente lo estamos leyendo... el libro de E. Lockhart es uno de los mejores libros que leí en el año y, aunque el de McGee no entre en esa categoría, sí creo que vale la pena mencionar este punto de encuentro, si se quiere llamarlo así.
A esto le suma muchísimo los diferentes puntos de vista del libro. Dios, incluso habría soportado dos o tres más con tal de saber sobre ciertos personajes, o sobre cómo funciona la vida de ciertas personas de X piso. Quisiera haber sabido más de Cord o de Mariel (que junto a Rylin fueron mis personajes favoritos; me quiero casar con los tres y ser un feliz matrimonio de cuatro personas-- is that even a thing?), así que espero que algún nuevo punto de vista se sume a la secuela. La autora dijo que iba a agregar dos el día que tuvimos la videoconferencia con ella, así que espero que sean estos.
Lo bueno de tantos personajes es que hay una diversidad que he visto muy poco en el YA. Sí están presentes en aquellos libros donde la diversidad es la temática del libro (donde el personaje principal tiene una sexualidad que difiere de la heterosexual, o donde es negro y sus derechos se ven vulnerados en sociedades parecidas a la actual estadounidense, etcétera), pero no he visto demasiados donde haya diferentes sexualidades o colores de piel cuando esa no es la temática principal, e incluso hay que sumarle las clases sociales claramente definidas por su diferencia: es importante no sólo estar metidos en los dramas de los pisos superiores, sino también en los de los pisos inferiores y la base de la torre, hacer chocar esa vida de lujos y de derroche con la de pobreza y no tener para comer. Esta fue otra de las cosas que me puso muy incómoda: teniendo más puntos de vista de los encumbrados, cada vez que aparecía alguien de los niveles inferiores me sentía en deuda y avergonzada, como si no quisiera que vieran todo lo que se hacía en los pisos altos porque una mínima parte de eso podría darle de comer a sus familias por un año. Bah, como pasa en la vida real. Kudos a la autora por eso.
A eso se le suma que hay una gran construcción de personajes; cada uno tiene una personalidad definida, lo que hacen y sus reacciones son coherentes con lo que se nos presenta (no hay, creo, ninguna cosa demasiado OOC). Incluso los malos son así porque tienen una o varias razones para serlo... excepto algunos. Es decir, fue una gran decepción ver a Ming y a Brice teniendo actitudes caca sólo por tenerlas. A excepción de que esté en los próximos libros, entonces esta parte de mi reseña del pasado no va a tener validez (?)... pero fue muy decepcionante no saber nada o casi nada de ellos, por lo que sus reacciones quedan súper fuera de contexto. Me descolocó y si hay algo que le criticaría fuertemente a la autora, es eso.
(Seleccionar lo blanco para revelar spoiler) Y como leí varias cosas relacionadas al incesto, déjenme decirles que como estudié en Psicología Social (?), Freud decía que las sociedades se basan en la prohibición del parricidio y del incesto... osea, que son concepcines sociales. La cultura, la sociedad te prohíbe acostarte con tu hermano o hermana, no la genética en sí. Pero, ¿saben qué? Pasa. Y pasará, como cualquier tabú que haya en la sociedad. Osea, que este libro te parezca horrible porque contiene incesto, así como Prohibido de Tabitha Suzuma, tiene que ver con que vos te estás imponiendo a vos mismo ese filtro que te conforma como ser humano que pertenece a una sociedad, no con que tenga o no que aparecer en la historia (fin del spoiler). Entonces, bajarle la puntuación al libro (o negarte a leer la secuela) porque trata algo tabú me parece súper hipócrita. La literatura necesita más temáticas prohibidas, más historias que problematicen todas estas cosas. Te puede o no gustar la historia, podés o no compartir los puntos de vista, creencias u opiniones de los personajes, pero bajarle puntaje por eso me parece horrible y de mente cerrada. Que la literatura sirva como vehículo, muchachos, no como un espejo de aquello que queremos ver siempre y cuando esté dentro de nuestra zona de comfort. Porque cuando se pegan terribles viajes con drogas ilegales o empinan el codo está todo bien, pero con esto no porque es inmoral. Así no sirve. O todo o nada. No nos volvamos aquello que criticamos con tanta intensidad cada vez que hablamos de YA o escuchamos a un adulto cerrado hablar del género (sí, señor, ya leí el Martín Fierro y también la vuelta, muchas gracias por su recomendación).
Finalmente, para no seguir dilatando este final de reseña, diría que El Piso Mil es un gran libro que tiene una gran construcción de ambiente, personajes y temáticas así como el gran error garrafal de la maldad por la maldad misma. La autora tiene una prosa muy linda, perfeccionista y adictiva, y tiene una gran capacidad para entrelazar las historias que te va contando de cada uno de los personajes del libro, así como unos ovarios grandes como para hablar de este tema tabú que mencioné en el spoiler, como lo tuvo la otra autora en su momento (que también... sí, mencioné en el spoiler). Recomendadísimo, pero leer con precaución: que la locura, la paranoia y los excesos de los protagonistas no te lleguen demasiado, porque la ida al psicólogo va a ser necesaria *marca el número de un psicólogo que le recomendaron*

Volver a la Portada de Logo Paperblog