Hace poco estuve en la exposición del gran maestro Salvador Dalí, que ofrece el Museo Reina Sofía de Madrid. Tengo que reconocer que una de mis corrientes artísticas favoritas del s.XX es el Surrealismo, por su forma distinta de contar las cosas y por saber evocar el mundo onírico a través de formas y colores que muy pocas mentes son capaces de imaginar.
A partir de aquí pensé en todo el arte que tenemos al alcance de la mano y que muchas veces pasa desapercibido. Un arte cercano, un arte que compone nuestra propia historia y que ya es parte de nosotros. Con arte me refiero a obras que nos evocan algo, es decir, que nos hacen sentir de una forma especial y única cuando estamos frente a ellas. Obras muy especiales e inolvidables.
Os dejo algunas obras cercanas que merece la pena disfrutar, aptas para todos los sentidos. Y es que los grandes artistas están hechos de otra pasta...
1. Casa Batló de Barcelona. Por Antonio Gaudí. Modernismo arquitectónico.
2. Repostería de vanguardia: macarons al chocolate. Por Jacob y Paco Torreblanca. La gastronomía española es una de las mejores del mundo y ahora parece que la repostería también se hace un hueco en ella.
3. Vestido de novia de Cristóbal Balenciaga, el artesano de las telas. Expuesto en su museo en Getaria (Guipúzcoa)
4. La metamorfosis de Narciso, de Salvador Dalí. Expuesto actualmente en el Museo Reina Sofía en Madrid. Uno de mis cuadros favoritos por la expresividad con que comprende el mito.
5. Película El Verdugo, de Luis García Berlanga. Un humor negro de antaño difícil de olvidar, con la gran Enma Penella.
6. Frase de la obra poética de Federico García Lorca, uno de los grandes capaz de brotar el sentimiento con tan pocas palabras.
Lo vulgar es el ronquido, lo inverosímil, el sueño. La humanidad ronca pero el artista está en la obligación de hacerla soñar o no es arista. (Enrique Jardiel Poncela)
xoxo
Nerea