Se terminó el año y llegó el nuevo yo tenía en mente hacer un sello peineta, pero la cosa se ha puesto sería y he decidido hacer un post sincero sobre esa maternidad que año tras año es la asignatura difícil de superar con nota. Cierto es que he usado como inspiración el evento chulísimo de IKEA donde nos presentaron la colección de juguetes Lattjo y donde recapacité lo importante que es el juego en el proceso de crecimiento de un niño. Mi cerebro ha hecho un mixmax de las dos cosas y vengo con un sello peinetero serio y sentido sobre el reto más importante que me he propuesto para el 2016, educar, sonreír y jugar las tres al compás.
Cuando estuvimos en IKEA nos hablaron sobre unos estudios que habían realizado y era tan lógico como pensar que nuestros hijos necesitan y añoran jugar con nosotros y para eso ellos han creado la línea lattjo, diversión para grandes y mayores. Algo tan sencillo como disfrazarme de reina y correr por los pasillos de casa para jugar a esconderse fue algo que a mis hijos hizo reír a carcajadas, abrazarnos y disfrutar. A veces el tiempo, el estrés y el bloqueo personal hacen que olvidemos que ellos son felices simplemente compartiendo el tiempo de juego con ellos. Ojo, soy la primera que muchas tardes estoy sentada con ellos y no puedo ni con mi alma pero creo que si cada día disfrutaran un rato de juego a tope con los padres sería el mayor estímulo que tendría. Desde aquí mi agradecimiento a IKEA por esos disfraces molones, ese libro con mil ideas que han puesto sobre juegos sencillos y de toda la vida que hacen que esos momentos compartidos sean únicos.
Anoche, en nuestra cama con el monillo y una linterna hicimos sombras chinas, algo sencillo que fue todo un reto y un momento compartido antes de irnos a dormir. Son pequeñas cosas que para ellos son grandes momentos y que nosotros a veces simplemente no caemos en ellos, o al menos yo entono el mea culpa como madre. Saltar a la comba, una carrera de sacos o una partida de bolos pueden ser minutos de relajo, de compartir, de establecer normas mediante el juego y poder salir de la rutina o de esos días de madre destroyer donde no puedes más. Para ello el libro de Ikea ¡A jugar juntos! , es una gran guía llena de ideas fáciles de juegos sencillos, de toda la vida o nuevos. Y por supuesto en su nueva colección Lattjo hay mucho que ayuda, sacos para saltar, yoyos, instrumentos musicales y todo a un precio muy razonable.
En general los eventos suelen ser actos publicitarios donde nos presentas productos etc y este aunque lo fuera, creo que me gustó que nos hicieran reflexionar, pensar y recapacitar sobre algo tan importante como el jugar. Por supuesto de juego hubo un rato y sino que se lo digan a los pequeños que no pararon, yo admito que también me disfracé porque no pude resistirme y desde aquí me agradecimiento al equipo de IKEA que nos atendió y a los siempre efectivos agencia de comunicación Tinkle.
A vosotros deciros que no dejéis nunca de jugar con vuestros hijos, nietos o sobrinos porque lo que luego recuerdas de adulto es; aquel verano que tu padre saltaba a bomba contigo en la piscina, la vez que te escondiste en el armario y tu madre no te encontró. O cuando jugabas a las cartas con tus abuelos, jugar y sonreír es algo que nos deberían recordar en el mismo momento que salimos del hospital con los puntos sin secar 😉